jueves, 10 de julio de 2008

J.J.Rousseau. Confesiones


Me atrevo a afirmar que el que sólo ha sentido el amor no ha sentido lo mas dulce que puede experimentarse. Conozco otro sentimiento*, tal vez menos violento, pero mil veces mas delicioso, que puede hallarse junto con el amor, pero que se presenta con frecuencia separado de él.
Este sentimiento no es tampoco solamente amistad; es mas voluptuoso y tierno, y no creo que pueda existir entre personas de un mismo sexo. A lo menos yo he rendido culto a la amistad como el que más, y, sin embargo, no he experimentado nunca este sentimiento por ninguno de mis amigos.
Esto no es muy inteligible, pero ya se aclarará con lo que sigue: los sentimientos no se describen bien sino por sus efectos/.../
No conocía toda la fuerza de mi cariño hacia ella sino cuando no la veía... mi inquietud en su ausencia llegaba al punto de ser insoportable./.../A su lado no me acometían deseos ni arrebatos. Me hallaba en estado de calma sorprendente, gozando, pero sin saber de qué. Así habría pasado toda la vida, y aún la eternidad, sin fastidiarme ni un instante. /.../Nuestras conversaciones eran una charla interminable, que para acabar tenía que ser interrumpida. Durante esa especie de éxtasis, yo me callaba, la contemplaba, y era el mas dichoso de los hombres.
* Inclinación sentimental que Rousseau sintió a lo largo de toda su vida hacia la señora de Warens, una mujer en plena edad madura cuando la conoció y , por tanto, unos años mayor que él. La señora de Warens alojó en su casa al joven filósofo mientras éste permaneció en la ciudad de Annecy.

20 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que puedo reconocer ese sentimiento hacia personas del otro sexo y que no es amor. La necesidad de estar junto a un hombre sin que sea tu pareja porque disfrutas junto a él y pensar que es insoportable su ausencia sólo se puede explicar con el fenómeno de la atracción sexual.
Bueno, al menos es lo que pienso.
Un beso, Mery.

enrique dijo...

Mi admirado (ya lo sabes) Julián Marías lo sustuvo a lo largo de su vida y de muchas de sus páginas filosóficas y antropológicas; la amistad intersexual, entre hombres y mujeres es la "verdadera amistad". Así lo establece en su antropología matefísica, en libros como Persona y Mapa del Mundo Personal y, sobre todo, en deliciosas páginas de su libro "La mujer y su sombra".
Y Marías disfrutó durante toda su vida de múltiples amistades femeninas. Como las tuvo su maestro Ortega, especialmente con la argentina Victoria Ocampo o la Condesa de Yebes.
Yo he tenido la suerte e disfrutar de amistades femeninas durante toda mi vida, y me precio de ello. Aunque uno, enamoradizo, a veces haya sucumbido a los cantos de sirena...

Juan Antonio González Romano dijo...

Pues también hay quien afirma (creo recordar que Jardiel Poncela, o Wilde, o ambos, o ninguno, pero por ahí va la cosa) que la amistad pura entre hombre y mujer es cosa imposible. Yo prefiero pensar que sí lo es, pero se me ocurren pocos ejemplos...

José Ignacio Lacucebe dijo...

El sentimiento que nos narra J.J.Rousseau es dificil de comprender para la sociedad.
No tengo claro si podría ser una amor platónico nunca confesado.
Yo estoy seguro que un hombre y una mujer pueden mantener ese éxtasis.
No es habitual pero si posible, está más allá de la amistad sin entrar en el mundo erótico pero si en dentro de la sensualidad.
Buen fin de semana.

Аmanecer dijo...

Leyendo esta confesiones, me has hecho recordar a un querido amigo, que quedo en mi Paìs, Personalmente puedo decir que si existe la amistad entre hombre y mujer, sin llegar a otra etapa, que no sea solo la de la amistad.

Es grato llegar a tu casa, y encontrarme un buen texto!

Deseandote buen fìn de semana Mery!

Besos y muchos màs.

Anónimo dijo...

Nada hay más indecible que el sentimiento. Podemos llegar a acuerdos y a representaciones comunes en la conclusión de un teorema, pero nunca en la comprensión de un sentimiento. Aquí estamos absolutamente solos porque nadie más que uno sabe lo que siente y por qué lo siente. Los demás se dedican a interpretarlo; y cuando concuerdan sus premisas, creen haber etiquetado aquel suceso inexplicable en alguna categoría comprensible. Claro que entonces ya no es un sentimiento, sino un teorema o algo parecido.
No me atrevo a ponerle nombre de “amistad intersexual” o de “amor más o menos platónico”, pero sé que ese sentimiento, con todas sus indecibles peculiaridades, existe. Como también sé que el amor no es esa caricatura semántica que "tanto vende" en la actualidad
Interesante tema el que aquí propones.
Un saludo.

Javier dijo...

Estaba en lo cierto en la belleza de ese sentimiento pero erraba en otras cosas, ainssss, debe ser el calor que me hace ser picajoso, pero se que me perdonas.

Anónimo dijo...

Gracias, Mery.
Has sabido despertar el interés por esta obra de Rousseau. Espero leerla pronto.

Anónimo dijo...

Mery, querida, como sabrás, Rousseau, que a lo largo de sus obras se presenta como el adalid de la moral, hasta el punto de ser en ocasiones tan moralista como el buen protestante que era, se desentendía al mismo tiempo de los hijos que iba dejando aquí y allá, a los que mandaba llevar a la inclusa. Por supuesto, un buen escritor puede llevar una vida turbia. Es más, en casos es casi necesario. Pero no debería haber una contradicción entre una vida turbia y una pretensión de moralidad. Sin duda, Rousseau es un pensador importante, pero es un hipócrita, y me ha resultado siempre bastante antipático.


P.D.: Respecto a la lámina del otro día, por supuesto puedes usarla. Pero no entiendo la pregunta, no es mía, sólo la vi por casualidad, al ver ese libro, buscando entre otros muchos, y me recordó a ti.

Mery dijo...

En verdad que es un sentimiento difícil de explicar, como todos los sentimientos. Si sumamos a ello que está en las medianías del amor, amistad, atracción sexual, quizás admiración, necesidad...
Counter, tienes toda la razón, los hábitos de Rousseau dejaban mucho que desear, y el peor de todos, los hijos abandonados.

Como es habitual, os agradezco vuestros apuntes particulares, siempre tan atinados y admirables.
Un saludo

Víctor González dijo...

Y cuando en alguna ocasión interviene la carne todo cambia y la magia que sustituye a la anterior es mucho mñas efímera.
Besos.

Manuel Amaro dijo...

"La señora de Warens alojó en su casa al joven filósofo mientras éste permaneció en la ciudad de Annecy"

En los tiempos que corrían, eso de hacer favores por nada como que no.
Lo bien que se lo pasaron estos...

Mery dijo...

Víctor, esa magia se evapora, seguramente; estoy de acuerdo.

Manuel, los dos implicados llegaron a mas en un momento de sus vidas, pero antes de ello tuvieron como un imán pegado el uno al otro, y sin carne, como bien dice Víctor González.

ONDA dijo...

Creo que el gran JJ no hacía sino poner en primera persona un sentimiento humano, que consiste en una atracción, que no tiene porque ser sexual, pero tampoco tiene porque no serlo.
Y que la puedes tener con personas con las que estás agusto pero que cuando tienes circunstancias que te obligan emocionalmente (esposa hijos) o renuncias a ellas o lamentablemente te podrían complicar tu vida, por esas otras personas.
Interesantísimo tu blog querida amiga y que sigas por el sendero de la literatura que conduce a la felicidad.
Sigue cuidando a tu madre yo ya no puedo hacerlo...Tampoco de mi padre que no supo vivir sin ella..o no quiso..

Mery dijo...

Onda, bienvenido.
He pasado a leerte y veo que eres nuevo en este mundillo bloggero.
Gracias por tus palabras, de verdad.
Un abrazo

Mery dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ester dijo...

Una vez más un placer leerte.He estado unos días missing,pero he vuelto.
Un abrazo desde Olot

Unknown dijo...

He tenido el placer de conocerte gracias a un compañero de trabajo que tiene un blog. Creo que me voy a quedarme atrapado en tus redes literarias , gracias a ese sentimiento que a veces produce la palabra escrita.

Saludos cariñosos.

Diego

Mery dijo...

Diego, bienvenido a esta página. Es cierto que la palabra escrita produce estos efectos de adhesión (o de rechazo).
Si quieres compartir tu blog, si lo tuvieras, encantada de leerte también.
Un abrazo

Yuria dijo...

Éste, Mery, me lo leeré despacito, dentro de unos días cuando ya me instale en casa (con internet). Merece una lectura muy atenta antes de comentar.