Los hados han querido regalarme una delicia musical, cuando yo daba por finalizada mi etapa de conciertos clásicos.
Una ya empieza a dudar muy mucho de tantas casualidades de la vida, porque si entramos en honduras resulta que no es posible la cadena de hechos finamente engarzados que nos llevan a determinado lugar o situación.
Pero no voy a entrar en Tegucigalpa (la capital de Honduras).
Voy a entrar en un pueblecito segoviano que ha tenido a bien organizar tres días de conciertos al aire libre, en su plaza Mayor, con la magnífica vista al fondo de su castillo iluminado poniendo color al pentagrama.
Hace pocos días tuve la ocurrencia de llevarme a dos hermanas a visitar una tienda de antigüedades, a 18 kms de nuestra casa. Al llegar al pueblo, nos encontramos un trajín de operarios afanados en montar escenario y sillas, bajo el sol azotador de Castilla. Resultaba que esa misma noche se daba el primer concierto de una serie de tres, bajo la batuta del jóven director español Ramón Torrelledó. La Orquesta Sinfónica Estatal Rusa y la soprano Irina Starodubtseva harían las delicias de una población nada acostumbrada a estos eventos maravillosos.
El programa: Sinfonía nº 5 de Tchaikovsky, la Marcha Eslava, el vals de la Bella durmiente, la "Escena de la Carta" de Eugene Oneguin y la Obertura 1812.
Nos hicimos con cuatro entradas y nos plantamos nuevamente bajo el castillo, a las 22 h, ataviados para el evento. Una noche perfecta; aunque el sonido al aire libre pierde calidad y color, otro color suple amable lo que los oídos pierden. Un castillo medieval coronando la escena, ardiendo en ocres bajo el efecto de los focos y las estrellas. Y a la hora bruja, las 12 en el campanario, un par de copitas de Rioja , mientras alabamos la voz de la soprano y el crotoreo de las últimas cigüeñas trasnochadoras.
20 comentarios:
Esas sorpresas se valoran mucho más que un escenario de acústica perfecta.
Todo tiene su momento, y lo has disfrutado.
Un abrazo.
Con ayuda de tu foto (Debidamente ampliada) puedo imaginar la delicia de rato que pasaste. Qué bien.
Y, además, oíste a las cigüeñas crotorar y me acabas de enseñar que tal es el verbo que nombra su sonido. Un beso
Mery, no nos conocemos, pero me ha llamado la atención ese castillo a oscuras que, si no me equivoco, se encuentra en Turégano. Yo también anduve hace tiempo de paso por este lugar, también coincidí con su fiesta mayor y, aunque no pude disfrutar de ningún concierto, doy fe de un guiso de patatas con cordero tan divino, que sin duda hizo de mí una persona mucho mejor. Gracias por evocar tan bellos recuerdos, y felicidades por tu bitácora.
Hermoso pueblo Turégano.
Y tiene unas estupendas tiendas de antiguedades.
Vi hace unos dias en el adelantado.com la noticia de ese confierto al que te refieres. Me alegro que hayas disfrutado a lo grande de estupenda música en ese recodo de Castilla.
El castillo es una delicia, propiedad personal, en tiempos, del obispo de Segovia.
Hace muchos años, un tio mío segoviano, médico y erudito, visitando el castillo de la mano del guardés. Al enseñarle una estancia dijo el buen hombre, nada menos: "aquí estuvo preso Antonio Pérez y aquí escribió el libro de Marañón..."
Delicioso...
Me sigues dando envidia musical, Mery. La obertura 1812 fue el primer disco que me compré, con cañones y todo. De nuevo una entrada muy bonita y evocadora, crotoreo veraniego incluido; estás en vena. Ah, vaya nombrecito el de la soprano, Starodubtseva. Como para recordarlo.
Un beso, y cuando entres en Tegucigalpa haces una entrada y nos lo cuentas.
Un lugar excelente para disfrutar de la noche veraniega, Tchaikovsky, un rioja, y la luz de las estrellas. Y para soñar, un castillo. Perfecto.
Besos sinfónicos
Sublime tu capacidad para describirnos tan bellos momentos. De tu pluma, casi me he visto bajo el castillo escuchando a Tchaikovsky. Tienes un don, Mery: el divino don de transportarnos al país de las Musas.
Un beso.
Turegano o Pedraza dos buenos sitios para disfrutar de la noche serrana.
cuando llega ese momento magico del paso de un día a otro y si con luna mejor que mejor
Yo escuche hace una semanas un concierto de cuerdas de música barroca en la Plaza Oriente de Madrid.
Encantadora estampa nocturna.
Qué lujo de noche para todos los sentidos.
El juego que hiciste con Honduras hizo eco en unas frases más adelante y ya te veía en Dos Hermanas en un viaje relámpago desde Segovia, je je.
Adivino que estás disfrutando de vacaciones y tiempo libre y, además, te cunde. Felicidades.
Besos.
Tu conocimiento musical y el de Ridao me deja patidifusa, yo no entiendo nada, pero me hubiera gustado estar ahí.
Sique disfrutando, morena, que para eso estamos en verano y las orquestas salen a la calle y se plantan delante de los castillos;-)
Un beso.
PASE A DEJARTE UN BESO Y MIRA POR DONDE BAILE UN VALS...
FELIZ VERANO PRECIOSA
Los mejores momentos de la vida se los encuentra uno por casualidad, por eso hay que darla alas al destino y dejarse llevar por las propuestas que nos vamos encontrando en el camino. Describes ese día como algo especial y así nos lo has transmitido.
Una noche mágica, sin duda alguna.
Un abrazo!!!
Hola mery, solo pasaba por tu blog para ver tu continuidad en esto...
un saludo.
Pues el pasado sábado, cara mery, estuve yo paseando por esa misma plaza y bajo la presencia pétrea del hermoso castillo.
Y aprovechando el paseo, en una de las tiendas de antiguedades, adquirí por módico precio un libro de Ortega y otro de Marañón de la benemérita colección austral de Espasa-Calpe.
Qué hermosa es Castilla y nuestra Segovia!!
A mi es que estas noticias me emocionan.
Veo que sigues descansando, así que disfrútalo ;-)
Con tantos problemas de conexión como he tenido este verano, disculpadme que no haya contestado como corresponde a vuestra amabilidad, uno a uno.
Os he leído a todos y os agradezco la visita.
Javier, Miroslav, Pedro (nuevo ene stos lares), Enrique por doble partida,JoséMiguel, Max, Madame, Onda, Leo, Parsimonia, Olga, Mami, Deme, Manuel, Wallace, Pe-Jota.
Me alegra si con esta entrada os he acercado un poquito de lo que fué aquella noche, ahora ya algo lejana. Quién volviera a esos días de vino, música y rosas.
Un beso muy fuerte a todos y cada uno de vosotros.
qué delicia!
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