martes, 28 de abril de 2009

Vidi core meum


Dolidas tengo las manos
abriendo las siete puertas
que abren mi corazón.
Un corazón que fué niño
y se meció en un columpio,
que se hizo costras de asfalto,
por jugar entre olivos.


Maduró este corazón mío
al golpe del platero:
tas, tas, un brillo y un restaño.
También silencios.
Creció mirando al sol, alto,
le nubló la sombra del miedo.

Temió, se encogió,
huyó en volandas al cielo.
Las costras que fueran de asfalto,
se fueron enterneciendo.

Digo que sangran mis manos
portando llaves de hierro.
Una puerta y otra, así hasta siete,
ocultas por bellos velos.

Todo fue en vano.

Allí, en penumbra, te ví
triste corazón mío,
y no te reconocí.


lunes, 27 de abril de 2009

Los colores de la vida

¿Se han fijado ustedes en que al gimnasio la gente acude vestida de azul, blanco, gris, negro o rojo? ¿Que cualquier otro color resultaría fuera de lugar, sin motivo claro o explícito que lo confirme? Algo dentro del hipocampo nos conmina a sudar en la cinta andadora dentro de una gama concreta y de ella no nos atrevemos a salir, salvo algunos osados y en contadas ocasiones; habrá que observar si para ejercitar la mente nos inclinamos por tonos bien distintos o identificamos el esfuerzo mental y corporal dentro del mismo saco.

¿Se ha fijado ustedes en que los lunes las mujeres solemos vestir de rojo?
Como si el bermellón espantara el horror de los siete dias por delante o, también pudiera ser, nos confiara el secreto de resultar llamativas cuando nuestro ánimo rastrea los suelos.
Sea como fuere, los lunes son rojos y femeninos. Me ha bastado observar a mis compañeras de género en el trabajo y en la calle, esa docta maestra que tanto enseña cuando se le hace caso.
He estado comprando un regalo para un bautizo en una platería del centro de Madrid; pues bien, de la docena de mujeres que coincidimos dentro de la tienda, ocho llevábamos el color encendido en gran parte de nuestra vestimenta. Las otras cuatro, no saben-no contestan, es decir, resultaban anodinas.
Al final van a tener razón aquéllos que adoran la cromoterapia cual ídolo pagano. Yo ya voy camino de ello cuando me lanzo sobre el armario cada mañana.

viernes, 24 de abril de 2009

Ya no me acuerdo


Esta mañana
ya no me acordaba cómo tocaban mis dedos,
esa guitarra que era para mí tu cuerpo.
Ya no me acordaba lo que sentía cuando acariciaba tu pelo.
Ya no me acuerdo
si tus ojos eran marrones o negros,
como la noche o como el día que dejamos de vernos;
sólo recuerdo que llovía y que quedamos
en la parada del metro.

Pero haciendo un gran esfuerzo aún veo
tu mirada en cada espejo de cada ascensor,
donde cada noche me sube hasta el cielo
de moteles invernadero,
donde se jura algo tan efímero…

Ya no me acuerdo
ni de tu risa ni de tu prisa por darme un beso.
Ni qué botón de tu camisa desabrochaba primero.
Ni qué rumba me bailabas cuando querías robarme el sueño.
Dicen que el tiempo y el olvido son como hermanos gemelos,
que vas echando de más lo que un día echaste de menos.
Yo qué culpa tengo si ya no me acuerdo...
Pero haciendo un gran esfuerzo aún veo
tu mirada en cada espejo
de cada ascensor donde cada noche me sube hasta el cielo,
de moteles invernadero,
donde se jura algo tan efímero, y tan eterno.
Ya no me acuerdo.
Ya no me acuerdo.


Me gusta Estopa. Aquí enlazo su vídeo, por si a alguien le interesa.

http://www.youtube.com/watch?v=k-hlamihUVE

miércoles, 22 de abril de 2009

A propósito de la guadaña


Una magnífica entrada de José Miguel Ridao en su blog "Por estos andurriales" titulada Guadaña, me ha hecho recordar ciertas cosas que ocurrieron cuando murió mi padre. En realidad las recuerdo practicamente todos los días desde hace casi dos años, sólo que hoy me apetece contarlo y no sé muy bien cómo hacerlo ni cómo será acogido por quien me lea. Si le sirve a alguien para algo, me daría por satisfecha. Allá va y que sea lo que Dios quiera.
Unas horas antes de que mi padre entrara en coma y se fuera para siempre, dejó de mirarnos durante unos minutos y fijó su vista en el techo, de manera obstinada y casi sorprendida, como si estuviera viendo algo inesperado que requiriera toda su atención. Nosotras, conscientes de la importancia de su experiencia, fuera cual fuera, e impotentes ante ello, guardamos silencio y nos limitamos a esperar. Él ya no pudo contarnos qué ocurrió durante ese breve espacio de tiempo.
Dos días antes, otro suceso extraordinario: un intensísimo aroma de flores inundó de repente y a bocajarro la habitación del hospital y no había ninguna alegrando el panorama. No sé por qué, en ese momento tuvimos la primera certeza de que el fin estaba ya cerca. La segunda certeza fué la mirada sorprendida de mi padre hacia el techo. Y no nos equivocamos.

sábado, 18 de abril de 2009

El vello de punta y unas emociones


El jueves 16 de abril asistí nuevamente al Audiorio de Música para escuchar con cien oídos a la Orquesta de Cámara de la Radio de Baviera ( quince cuerdas) y como invitada solista, la pianista francesa Hélène Grimaud. El programa era casi un milagro:
Tercer Concierto de Brandenburgo, de Bach - Serenata para cuerdas en Mi Mayor, de Dvorák - El mensajero y Dos diálogos con epílogo, de Valentín Silvestrov (este último un desconocido para mí, y desde el jueves, todo un descubrimiento).
Antes de entrar ya nos sorprendió la presencia de coches aparcados en la explanada de entrada al Auditorio y una pareja de guardaespaldas. El motivo era la asistencia de la infanta Margarita, hermana del rey, a la que tuvimos después sentada cuatro filas detrás nuestra. Valga este apunte como dato anecdótico, pues lo que quiero contar hoy es la excelsitud del concierto en sí mismo. La orquesta de Baviera (una escisión de la Sinfónica de la misma ciudad) me pareció pulcra y apasionada en su interpretación, si a ambos calificativos se les permite casar con honestidad. Una orquesta sin director por decisión propia, bajo la tutela discreta del concertino. No hay que perderla de vista en lo sucesivo.
Bach y Dvorák, inmensos.
Silvestrov, mi nuevo descubrimiento, delicado y exquisito. El acierto de la orquesta fué, a mi entender, los arreglos para cuerda en estas obras concebidas sólo para piano. Hélène Grimaud era arropada continuamente por las violas, cellos y violines, en unas melodías que recordaban un no sé qué de otras épocas. Hacía mucho tiempo que no me conmovía durante dos horas completas y de tal manera, hasta las lágrimas, que no podía contener y que me hacían sentir ridícula, allí, en primera fila, a los ojos directos de los quince bávaros.
Para detener mis ríos desbocados, fijaba la vista en los calcetines demasiado cortos del primer cello, que dejaban ver una piel blanca, de raza aria pura, y ese desliz absurdo me hacía sonreir y quitar drama al asunto. Truquillos de aficionada.

jueves, 16 de abril de 2009

Cielos, Gilgamesh

Allá por los años 8o oía yo hablar por vez primera de Gílgamesh, héroe sumerio del tercer milenio a.C. Estudiaba, o hacía que estudiaba, Historia Antigua y Medieval y copiaba apuntes al dictado de unas palabras que aún me sonaban a chino - en este caso a sumerio cuneiforme en doce tablillas de barro cocido-.
Tres mil años pesaban mucho sobre mi ánimo encendido, pues de siempre he sentido una profunda inclinación y querencia por la Historia de la humanidad, su peso y su herencia, sabiendo, como sólo Borges fué capaz de escribir en Las Causas, que : Los ponientes y las generaciones...la frescura del agua en la garganta de Adán. El ordenado Paraíso...La palabra. El hexámetro. El espejo. La torre de Babel y la soberbia. La luna que miraban los caldeos...Se precisaron todas esas cosas para que nuestras manos se encontraran.

Creo, sin sombra de duda alguna, que si mis pies pisan firmes este mundo es por causa de todos y cada uno de los hombres y mujeres sin nombre que antes lo pisaron. En Nínive o en Britania, en las orillas del Ganges o en Segóbriga, en el Areópago o en las aguas del Eúfrates, se fraguaron las semillas de esta generación que ahora habita la Tierra, llevando en nuestros genes las pasiones, la Vida, en definitiva, de unos cuantos millones de otras almas.

Por Luis Alberto de Cuenca acabo de enterarme de que Alianza ha editado una versión de la Epopeya de Gilgamesh, de la mano de Stephen Mitchell. Dice Cuenca que, como sucedía con todos nosotros, estudiantes de primero en la Facultad, a Gílgamesh acabó por llamarle Gilgamés, mandando a la fonética acadia a freir espárragos. Dice Cuenca, y eso yo no lo recordaba, que su Epopeya es el cuento mas antiguo del mundo.

Y yo me digo, una vez mas, que qué bien he hecho en no tirar a la basura mis apuntes universitarios. Puede que un día de éstos rescate esas páginas escritas con pluma azul y me detenga a saborear las semejanzas y las diferencias entre el legendario rey de Uruk y el no menos legendario Aquiles de la Ilíada.

Para cuando tenga ganas.

sábado, 11 de abril de 2009

Los poetas de Stefan Zweig


Estos días estoy leyendo "Tres poetas de sus vidas" de Stefan Zweig, tercera entrega de una serie de biografías titulada "Los constructores del mundo". La primera estaba dedicada a Hölderlin, Kleist y Nietzsche, bajo el nombre de "La lucha contra el demonio". La segunda, a Balzac, Dickens y Dostoyevski , titulada "Tres maestros".

Esos tres poetas del libro son Casanova, Stendhal y Tolstoi. Como el propio escritor indica en su prólogo, choca profundamente la idea de elevar a un mismo nivel intelectual tres personalidades tan diferentes. La cuestión es que representan tres escalones ascendentes de una misma función creativa : la autorrepresentación. Casanova ocupa el escalón mas primitivo, el que relata su vida sin indagar en absoluto en sí mismo. Stendhal, en un grado mas elevado, se pregunta ya el motivo de sus acciones u omisiones, se siente interesado en hurgar dentro de sí mismo, de su psicología. Tolstoi, en el peldaño superior, se contempla con los ojos de la conciencia implacable, a modo de autoexamen moral.

Hace unos años, Mauricio Wiesenthal escribió "Libro de réquiems", precioso mosaico de personajes que recomiendo a quien quiera oirme. En él hay un capítulo dedicado a Casanova que no tiene desperdicio y que me va a servir de complemento al Casanova de Zweig, o viceversa. Curiosamente en sus réquiems también Wiesenthal planea durante una veintena de páginas sobre la figura de Zweig.

Mágica espiral ésta de la literatura, envolviendo biografías de figuras indispensables. ¡Cuánto agradezco que otros se hayan tomado el trabajo de recopilarlas! Trabajo que me ahorran y placer que me regalan. Gracias eternas.

martes, 7 de abril de 2009

El Samur entre Ramos


No sé qué tengo yo con los Domingos de Ramos, que no hay año en que no me suceda alguna cosa rara. Parto de la base de que este día me gusta muy por encima de las demás fiestas religiosas y no me equivoco cuando digo que voy a misa con los pies alados y ligeros, como Aquiles, y el corazón cantando alegre y bailarín.
El domingo pasado, en mitad de la celebración, se oyó un revuelo de voces que querían ser discretas, pero que denotaban alarma y preocupación. La iglesia estaba llena de gente mayor (pocos jóvenes en estos tiempos de cólera, qué le vamos a hacer). El cura siguió a su ritmo como si no hubiera oído nada y así llegué a creerlo, dada su avanzada edad a la que yo presupuse una sordera incipiente. Los feligreses guardamos silencio con los ramos de olivo enhiestos como lanzas nuevas.
Cinco minutos mas tarde se abre la puerta y aparece una pareja del Samur, con sus chalecos de color vivo, el fonendo al cuello, y una premura en el andar extraña en ese recogimiento. Alguien los guía hacia un banco y comienzan las maniobras propias de resucitación, la gente inquieta, pero silenciosa, y yo, al fondo, sin saber qué estaba ocurriendo entre la vida y la muerte.
No podía dar crédito a aquella escena : el cura NO paraba la misa ni un segundo, no se inmutaba, no dudaba en su quehacer, como si ese cuarto de hora que quedaba por delante tuviera la misma importancia del armisticio en la Segunda Guerra Mundial.
Me indignaba esa falta de humanidad en un representante de la Iglesia. Nadie de los que estábamos allí sabíamos si el hombre tumbado en el banco estaba muerto, si aún luchaba por aferrarse a nosotros, no sabíamos nada...y yo tenía ganas de gritar hacia el altar: ¡paren ahora mismo, carajo. Esto es mucho mas importante!
Cuando mas tarde comenté lo ocurrido con gente conocida me comentaron que en otras situaciones parecidas, otros sacerdotes actuaron de igual manera. Y yo me pregunto ¿ de dónde se ha sacado la Iglesia que este rito divino es, a los ojos de Dios, infinitamente mas importante que la ayuda a un necesitado?
Entre las palmas y los ramos imaginaba a aquel Jesús, XXI siglos atrás: no, él no hubiera actuado así. No, a él no le hubieran gustado unas cuantas actitudes de esta Iglesia ( creo yo, yo que creo en Él).

Rusos a mí ¡ A mí la guardia !


Llevo unos dias recibiendo correos de varios desconocidos rusos. ¿Será que mis encantos traspasan fronteras? Mirad lo que me ponen:
МАСТЕР-ПРЕЗЕНТАЦИЙ: принципы и правила создания запоминающихся презентаций9 апреля Кризис экономической ситуации или кризис сознания? «Управление компанией в период кризиса: "Выигрывает сильнейший... "10 апреля Как организовать логистику для улучшения финансового состояния.

Por supuesto, yo no me he quedado atrás y les acabo de contestar lo siguiente:
Строительство домов, дач, коттеджей. Ремонты квартир, офисов, любых помещений. Установка, монтаж, ремонт сантехнического оборудования. Абсолютно весь спектр услуг.

No se vayan a creer lo que no.

sábado, 4 de abril de 2009

Titulando

Pasaba tontamente el rato visitando un blog y otro y otro y otro. Me paraba a contemplar el listado de páginas recomendadas por alguno de ellos y hete aquí que me han impresionado muchos títulos, pues me parecían competir en originalidad y frescura, algunos también en retorcimiento.
No he visitado casi ninguno, la ruta hubiera sido ad infinitum, como esas autopistas hacia el cielo ( o hacia el infierno) que nos atraen desde el abismo. No obstante, dejo aquí unos cuantos destacados; aunque ni son todos los que están, ni están todos los que son, no me digáis que no tienen salero estos títulos blogueros:


El callejón de los negros
María Lasciva
Háblalo con mi abogado
Una hijadeputa con clase
Diario de un derribo
La nave fué y volvió
Hablando del asunto
Cómo sacarse en la rifa al tigre
Soy un pensamiento fruto de tu aburrimiento
La gata sobre el teclado
Princesa de mi cuento
Las grietas de la luna
El lobo y caperucita feroz
Lo que no puedo contarle a mi vecina
Tristeza líquida
La impostura del misionero
Carece de sentido
Ahogando mis finales
Opositando a chufla
República de tinta
Ni libre ni ocupado

Admirable el despliegue de talento de sus dueños.

No he nombrado los que leo habitualmente por razones obvias, pero no tienen desperdicio ninguno de ellos-vosotros. ¿No os habíais dado cuenta? Sois geniales.

jueves, 2 de abril de 2009

Mariachis para una dama



Subieron la escalera alborotando con La canción de la morenita, besaron la mano a mi madre antes de cantarle Las mañanitas, y, mientras sus hijas reíamos y llorábamos entre los recuerdos del padre ausente y su mirada de niña con muchos años encima, fueron sonando sin descanso La Bikina, De qué manera te olvido, México lindo y querido, otra vez La Bikina, El reloj, etc, etc

Lagrimeé al tiempo que me comía un sandwich, bailé con mi sobrina, canté con toda la familia hasta morirnos de risa. Y entre tanto, bebida para todos.
Una hora entera de guitarrón, violín, trompeta y guitarra. Los aplausos de mi madre y sus ojos radiantes valieron mas que todo el oro del Nuevo Mundo.

No lo dude, si quiere hacer pasar un rato inolvidable a un ser querido, ponga un mariachi en su vida.