sábado, 31 de mayo de 2008

Desistir, Insistir, Persistir, Resistir


Hay personas cuyos actos proyectan una sombra alargada, demasiado alargada en el tiempo y el espacio, bien por sí mismas o porque reagrupan en torno suyo otras sombras impertinentes que le sirvan para sus propósitos, tan negros como ellas mismas.

He pasado cuatro dias y medio junto al mar, en un intento de microalejamiento madrileño. He de decir que, para poder permitirme este lujo, bajé al sur bien pertrechada de ordenador y tarjeta de conexión internet de movistar , sabiendo que este subir mío a los cielos era relativo, relativísimo. Vivirás en paz, si te dejan, se dice sabiamente, y tales verbos se hicieron carne en una mañana luminosa.

Corría el penúltimo dia, único en que el revoltoso tiempo permitió disfrutar de tumbona y playa. Recibo una llamada de C.C. en el móvil (socio de J.A. , si, si, el mismo de siempre). Sus motivos eran, a la vista, inocuos, casi galantes, meramente informativos según él, y sospechosos según yo.
Desde hace algún tiempo vengo comprobando que cualquier noticia de este grupito tiene siempre una segunda lectura. No soy capaz de verla, ahí no llego nunca, pero al menos sé que he de esperar el bombazo por ese bando.

Y así fué: esta amistosa y franca llamada acarreó una cadena de dimes y diretes que me tuvo gran parte de la mañana poniendo parches acá y allá, calmando malentendidos, poniendo las cosas en su sitio. Enturbiando mi paz, a fin de cuentas.

Está claro que "Las Sombras" han desistido de firmar acuerdos conmigo y mi grupo, no les queda mas remedio. Su soberbia, en cambio, les revuelve sus bajas pasiones e insisten en sacar provecho de la situación, es decir, que mi negativa sea manipulada como un ambiguo no-pero quizá-es posible que. Ese persistir suyo en el absurdo, donde la verdad acaba por florecer a través de todos los cauces que le son justos, termina por parecerme patético e irrisorio, aunque no por ello menos peligroso. Su persistencia es peligrosa, sin duda alguna, porque va siempre disfrazada.

Ante esto ¿qué queda, sino resistir heroicamente ?

Cuando los romanos idearon estos verbos de la tercera conjugación, y que con tan poca variación han llegado al castellano, demostraron tener un absoluto conocimiento de las realidades del mismo , al que, como la Vida, le bastan pequeñas variaciones en los prefijos para que el significado y la existencia sean radicalmente diferentes.


miércoles, 28 de mayo de 2008

Moleskine


Con frecuencia me ocurre que, leyendo a unos y otros, salte en mí , de improviso, una chispa de empatía con el autor de tales palabras o la mas firme adversión hacia sus ideas o estilo. La indiferencia es la tercera opción, pero, como tal, no cuenta.

Félix Romeo, en su sección Las Iluminaciones, del ABC, hablaba el sábado pasado de los cuadernos de notas que suele llevar encima, plagados de reseñas escuetas, recordatorios en tinta roja, ideas surgidas al vuelo en sus curioseos a los cuatro vientos. Allí dejaba caer, sin quererlo, una palabra mágica : "Moleskine", ese cuadernillo legendario de páginas en blanco con tapas de piel, tradicionalmente negra, y cinta elástica que envuelve y ciñe su cintura como cancerbera guardiana de insondables secretos.
Cuenta F.Romeo que ha tenido que sustituirlos por otro tipo de cuadernos mas ligeros, menos molestos de transportar y ubicar (y con menos encanto, añado yo). Porque vienen a mi memoria todos los grandes viajeros del siglo pasado que escribieron en sus moleskines cada tramo del camino recién explorado, cada encuentro con otras gentes, cada cruce de culturas. El escritor y viajero británico, Bruce Chatwin, hacía acopio de decenas de moleskines donde reflejar sus viajes a la Patagonia, Australia y Africa. Por mas que agotara las existencias en los almacenes, a él se le antojaban siempre insuficientes, y el regreso a casa suponía fardos y fardos de volúmenes que ordenar y reconstruir para sus futuros libros.
Y ¿quién no recuerda en "El Paciente Inglés" al conde Almásy (Ralph Fiennes), anotando en su moleskine, junto a las paradojas del desierto, su primera evidencia de amor : " a K. le sienta muy bien la ropa"? Su cuaderno parecía un pozo sin fondo donde convivían, en abombada armonía, planos de rutas de arena y los sensuales sobresaltos que le provocaba la cercanía de Katherine.

No puedo dejar de imaginar cuántos personajes mas de la realidad -o de ficción- han caminado llevando de compañera a su fiel moleskine, cuántos han vuelto de parajes ignotos con preciosos y precisos estudios de Botánica entre sus lomos. Cuántos garabatos en los márgenes, cuánta tinta corrida por unas lluvias apocalípticas...cuánta pasión, en fin, vertida en todas las lenguas.
Volviendo al escritor y su artículo ( mis divagaciones y ensueños me juegan estas malas pasadas), comparto con él ese trueque de cuadernos según el fin que se les adjudique. No es práctico, en efecto, la cinta guardiana en un bloc de notas rápidas. Mi casa está llena de papelillos recordándome leer ésto o recuperar aquéllo, y en mi bolso he optado por una libretilla liviana donde reina el caos de letras y números de diversa procedencia.
Pero, para mis viajes, guardo en la maleta una flamante moleskine de tapas negras, donde apunto, en amoroso orden, fechas y lugares visitados, impresiones, curiosidades, nombres y anécdotas que, de otro modo, se perderían para siempre en las aguas oscuras del olvido.
Y mi moleskine evita que se ahoguen.

domingo, 25 de mayo de 2008

A propósito de...


En mi última entrada hacía un pequeño apunte sobre este blog, mis ínfulas, mis contradicciones, en suma.

Desde entonces, en realidad, desde mucho antes, me vengo preguntando por el sentido de escribir, de haber creado, de mantener, de visitar a los vecinos, de comentarles, buscar tema, elegir lámina, en fin, el por qué y hasta cuándo de este pequeño universo que ha irrumpido en mi vida hace unos meses.

Ya comenté en mis comienzos, allá por el mes de febrero, que me había adentrado en estos vericuetos de la mano de mi buena amiga Madame X; ella confiaba en la bondad de este tipo de comunicación bastante mas que yo, que me hice de rogar mucho tiempo hasta que consentí abrir esta página, si soy sincera, mas por complacerle a ella que por propia convicción.

Desorientada, cautelosa, escribía esmirriados parrafitos de lo que se me ocurría caminando por la calle, sin encontrarle mucho aliciente inicial. Tanto es así que en mis primeras incursiones olvidaba admitir comentarios ajenos, y ella hubo de advertirme de activar ésto y aquéllo, como una paciente mami que enseña los primeros pasos a su atolondrada cría.

Aprendí a visitar otros blogs, a desechar los que no me íban, a enlazar gustos y aficiones. Aprendí a robar láminas de acá y de allá perdonándome los hurtos como un hecho inevitable.

Aprendí, en resumen, a dejar volar mi imaginación y dar rienda suelta a la pluma y el tintero. De mis primeras dudas sobre qué escribir, pasé a crear historias ajenas con el mismo talante con el que plasmaba mi vivir cotidiano. Paseé por este barrio dejando tarjetas de visita a los vecinos, y todos ellos, generosos y cálidos, me han ído devolviendo con creces lo que jamás pensé conseguir. El espectro de luz es inagotable en este universo-me repito-que camina paralelo a mis quehaceres comunes: tan pronto me hallo comentando la casa revuelta del PP en el blog de X, como me entero de los sueños prohibidos de Y. Una dulce mexicana me abre su casa pletórica de poesía, y otro grupo de profes me enseña que los puntos suspensivos han de ser sólo tres, entre otras cosas. Aprendo con J que uno puede ser críptico o escueto en su blog y que no pasa nada. JL luce airoso -y muy brillante- un par de páginas y no muestra señales de esquizofrenia, pese a lo que yo hubiera imaginado en mí misma.

Y me pregunto qué espero yo de mi blog y qué buscan aquí mis invitados. Aquel "Toko no ma" del que hablé hace poco puede no cobijar continuamente las mejores joyas de la corona. También he aprendido a no hacer de ello una preocupación; al fin y al cabo esta es mi criatura, mi Frankenstein tierno o malencarado, según tenga el dia, y como tal debo aceptarlo.

Lo que no quita para que vigile su educación en lo que va creciendo de mi mano (y de las manos talentosas de mis bloggeros preferidos).
Finalmente ya me voy entendiendo.


sábado, 24 de mayo de 2008

Las contradicciones


Viernes 23 de mayo.

Hoy no tengo nada que hacer, estoy sola en casa y tengo astenia primaveral.

Llueve benditamente sobre Madrid; dudo si ver el espectáculo desde la ventana o salir a pasear sin rumbo con el gorro en la cabeza y La Manía bajo el brazo. Ultimamente cargo mucho con el libro en mis paseos por si encuentro, al final del camino, una cafetería de grandes ventanales donde tomar un té y leer un poco. Salgo, no salgo....me lo voy a pensar al tiempo que escribo en el blog.

Mientras tecleo en el ordenador casi pierdo mis uñas pintadas de oscuro entre las teclas negras. No estoy segura de que me guste este color, de hecho a casi nadie le gusta este color. Ayer, mientras me las pintaba en el salón de mis padres, notaba con qué desagrado me miraba mi hermana y mi madre. A R. le repugna claramente. Y yo no me aclaro , pero, por llevarme a mí misma la contraria, de vez en cuando persisto con la excusa de acabar toda la laca que queda. Además tengo las manos pequeñas y me lo puedo permitir, me digo para convencerme.

Acabo de comerme tres-galletas-tres de chocolate, justo tres horas después de haberme propuesto firmemente dejar de zampar lo indebido. Da gusto tener esta fuerza de voluntad.

También acaban de ofrecerme ir al cine esta tarde. Una cierta comedia americana que, en otro momento, me hubiera tragado sin pero alguno. P-e-r-o mi ánimo está perezoso y prefiero no tener planes de ningún tipo. O prefiero ir a tirarle catorce veces de las orejas a mi sobrino, que nos invita a pasteles y toca el piano como los ángeles.

Recostada en el sofá, con el portátil sobre las piernas, hago cuentas mentales de los libros que esperan, en mi parrilla de salida, a que los saque de su olvido injusto. Los he elegido a conciencia, con amor infinito, como siempre hago cuando los compro; de todo tengo en la viña del Señor, pese a que recele de la literatura actual porque no la considere de excelente calidad (como si yo fuera Cecilia Böhl de Faber). Soy una pedante, no me cabe duda alguna; tengo las ínfulas de pensar que este blog está bien escrito, cuando sólo estoy realmente convencida de que los dignos de leer son los otros, lo de mi ronda diaria, mis recomendados.

Definitivamente voy a salir a la calle. Y me voy sin haber hablado de lo que tenía pensado hablar.
Pero es que hoy llueve, tengo astenia y estoy contradictoria.

viernes, 23 de mayo de 2008

Trazo leve en torno a Rodin



Cuando Rodin comenzó a dibujar, sobre todo dibujar, el cuerpo femenino de manera obsesiva, había ya traspasado, y con mucho, la barrera de los cuarenta. Supongo, por ello, que entraba en esa supuesta crisis que dicen sufrir los hombres cuando descubren que ya tienen 30 + 10 + 10.......

Casi todas sus modelos se convertían en amantes fugaces bajo el brillo de sus ojos de escorpión maduro. Siempre he pensado que un hombre nacido bajo el signo de Escorpio lleva consigo el estigma de un apetito sexual insaciable (y qué hombre no, dirán todos los demás). Bueno, si, todos los demás también, pero los escorpiones un poquito mas. Permítaseme esa licencia.

Pues sólo hay que imaginar el escenario en su punto apropiado de ebullición: la petite Claudine, o Yvette, o Rose Marie, mostrando su piel blanca al artista en sensuales disposiciones: peinándose, acariciándose, caminando por la estancia con paso meloso; Rodin trazando sus rasgos con veloces vaivenes de mano, sin posar siquiera levemente los ojos en el papel para no perder detalle del cuerpo que va a gozar en breves momentos. Por un lado las extravagantes exigencias del artista, por otro, su arte tirado por los suelos en profusión de papeles desordenados, cascadas de carboncillos, lápices, cinceles, troqueles, moldes. Al fondo del estudio, el camastro sin orden ni concierto, aguardando el duelo amatorio de turno.

Y en la mente de Rodin, una competición libidinosa y frenética con Gustav Klimt. Otro que debía tener crisis desaforada de cincuentón aunque tuviera veinte años menos (y sin ser Escorpio).
Cientos de dibujos, cientos de amantes, y unos cuantos hijos naturales correteando sin apellido por las calles parisinas - su rival , Klimt, sí reconocía a sus hijos, por el contrario -. Cuando estuvo en Sevilla en el año 1905, invitado por su amigo Zuloaga, nada le impresionó mas que las bailaoras flamencas del barrio de Triana, a las que dibujó con esa fiebre propia de sus cincuenta y siete otoños. Quién sabe si también dejó sembrado algún petit Rodin en el vientre de lunares de cierta Macarena salerosa.
¡ Qué sorprendente poder de seducción tienen estos desaliñados genios de carácter indomable !

miércoles, 21 de mayo de 2008

El lenguaje del campo


Mientras paseaba hace unos dias por este paraje de olmos y robles, alguien, ajeno a mis pasos, hablaba en este idioma . Una melodía encantadora.

(Pinchad a la derecha, en la flecha de sonido de Trinos.Wav )




domingo, 18 de mayo de 2008

Vos ¿qué me queréis?


Como viene sucediendo todos los dias, hoy también he encontrado un motivo -entre otros - para recordar a mi padre. Este lo he desencadenado un pequeño ser de la naturaleza al que tengo un tierno cariño desde los remotos años de mi niñez: un grillo.

De pequeña, cuando llegaba el verano, solía pasear con mi padre por un campo cercano a casa, con el único objetivo de buscar grillos entre las hierbas. Mi padre sabía que a sus hijas nos gustaba su canto tanto como a él, así que aquella aventura se convirtió en costumbre estival, lo mismo que comer helados o comprar horchata.

Cogida de su mano veía cómo localizaba el agujerillo que les servía de guarida (mira, mira, aquí seguro que hay uno) y cómo metía ligeramente una brizna de hierba seca, cosquillenado la entrada. A los pocos segundos un grillo negro y dorado se dejaba ver, y mi padre lo cogía con cuidado para llevarlo a casa. Ambos volvíamos entonces, victoriosos, supongo que yo mas que él, como si la hazaña hubiese sido mía por haberlo acompañado. Traspasaba con pies ligeros la puerta y anunciaba a los cuatro vientos que estábamos de vuelta, con hierbajos en mis bolsillos para esa primera cena del invitado. Compramos en una ocasión una jaula de madera y palillos dorados, muy pequeña, ¿qué habrá sido de ella?, y cada verano, invariablemente, un nuevo grillo ( a veces dos) cantaba su serenata nocturna colgado en la ventana de la cocina. Aquéllo nos hacía muy felices.

Esta tarde, paseando por campos castellanos , he visto un bichillo regordete correr presuroso a su morada. No lo he dudado: me he agachado a hurgar en su puerta con la punta de un junco y el milagro se ha producido de nuevo. Con cierta parsimonia, como cruza un señor el umbral de su castillo, ha acudido a mi llamada y, majestuoso, pareció que preguntaba :

- Vos ¿qué me queréis?

- Nada, sólo miraros

Y como viera que nada malo ocurría, ha girado sobre sus pasos y ha desaparecido en la oscuridad de su hogar, mientras yo lo despedía con una sonrisa complacida.

No ha llegado a ver, sin embargo, que mis ojos le decían adios nublados de añoranzas.



viernes, 16 de mayo de 2008

Un sueño francés

R.D. es mi amigo de la infancia; puedo decir, por tanto, que ya son muchos los años y las sendas recorridas de la mano, con ciertos intervalos de lejanías o acercamientos que no vienen al caso.

Esta noche he soñado con él (nunca sueño con él). Estábamos en París, ciudad donde reside habitualmente, en una fiesta donde yo era la única española y con escasos conocimientos del idioma, de manera que me limitaba a saludar a quien R.D. me íba presentando y a quedarme pegada a su vera. La música era estupenda, bailábamos incansables en medio del tumulto general y todo alrededor era animación, risas y bebida a discreción.

De pronto pusieron lentos; R. D. me sacó a bailar y me explicó que me había llevado allí para que le ayudara a conquistar a una francesita que se le resistía. Mi papel sería hacer de enamorada que utiliza sus artimañas para atraparlo, y, de ese modo, hacer saltar la alerta en el corazón de la chica. Vamos, que despabilara de su tontuna viendo el peligro de una rival ibérica.

Yo accedía, y comenzaba mi coquetería con él mientras bailábamos: un arrumaco por aquí, una mano en la nuca por allá, un roce de mejillas como si tal cosa, un aleteo de pestañas.......en fin......el juego de seducción en pleno apogeo.
Cuando "la otra" mostró signos inequívocos de haber picado el anzuelo, yo desaparecí de escena y salí a un jardín iluminado por la luna (qué idílicos son todos los parajes en los sueños y qué guapa estaba yo con un vestido azul oscuro, que, por supuesto, no tengo). Me quedé sola y pensativa , hasta que llegó R.D. y me dijo que, bien pensado, no podía seguir adelante en su propósito de conquistar a la chica sin nombre. ¿Por qué? pregunté yo asombrada. Porque cuando la he abrazado no he sentido lo mismo que al abrazarte a ti, ni me besa como creo que vas a besarme tu ahora.
Y, cuando íba a producirse el esperado beso, anunciando el The End de toda película de amor que se precie, me he despertado sin saber qué ocurría con todo este embrollo de Amor a Tres.
Al abrir los ojos he notado aún en torno mío una nube erotizada (expresión que le gustaba mucho a Gil de Biedma) por claro contagio del sueño parisino. Extremadamente curioso, puesto que, en la realidad, hace años rechacé las pretensiones amorosas de este buen amigo.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Alegres estafadas..................Lámina 30


Hace pocos dias salió una noticia en los medios que me causó sentimientos encontrados, verdadero contraste tragicómico en tiempos de crisis económicas y políticas.

Un ciudadano israelí, en concreto, de Tel-Aviv, cincuentón y apuesto, había contactado por internet con varias mujeres (por lo que entendí, españolas) y las había seducido y engañado a todas de igual manera.
Las enamoraba primero de palabra, messenger y foto, y remataba la faena en varios encuentros vis a vis, en los que se mostraba encantador, generoso, atento, y muy muy enamorado. Ellas lo habían visitado en su ciudad y todas volvían convencidas de su amor abnegado y fiel, dispuestas a organizar la boda que él había sugerido.

Con este anzuelo clavado en el corazón, llegaron a mandarle dinero para los preparativos ¿cómo dudar de un caballero de semejante porte y educación, que les declaraba su amor con lágrimas en los ojos? ¡ Qué actor de primera fila parece haberse perdido Hollywood !

Pasados X meses, y una vez que los cantarines euros sonaban a gloria en el bolsillo del angelito, él simulaba infartos, dolencias varias u otras excusas, para ir deshaciéndose de sus víctimas.
La casualidad - ¿siempre es casualidad? - hizo que un par de ellas se conocieran en una peluquería de Málaga y descubrieran que compartían amado, con la diferencia de que una salía en breve hacia un nuevo encuentro, mientras la otra lo creía moribundo. Fueron tirando del hilo, contactaron con mas novias y, una vez recopilados todos los datos necesarios, habían decidido denunciar al estafador de Tierra Santa, fundando un club de alegre nombre " A POR ÉL ".

Las ví en pantalla una tarde de visita a mi madre. Contaban a las cámaras los detalles de sus relaciones, sus decepciones amorosas, porque ellas lo querían de veras, sus cuentas bancarias mermadas. Me asombró la resignación con que aireaban su indignación y pena, y de qué manera enfrentaban, radiantes de humor, la colosal empresa que se habían propuesto llevar a cabo.
Como una nueva Cruzada de occidente, donde los guerreros lucieran en cambio, mediana edad y faldas por estandarte.


martes, 13 de mayo de 2008

Mayo


No voy a hablar del 2 de Mayo, ni del 68, Dios me libre.
Hoy quiero recordar esos mayos de mi infancia que, prontos y memoriosos, acuden a mí en cuanto llegan estas fechas cargadas de aromas.
Cuando tenía entre 4 y 9 años acudía a un colegio muy cerca de mi casa, una pequeña escuela que, aunque no era religiosa (luego ya pasé a estudiar con monjas), tenía por costumbre celebrar el mes de María en todo su esplendor. Decorábamos la clase con un pequeño altarcito de papel de seda azul cielo, alguien llevaba una imagen de la Virgen y la rodeábamos de flores que cuidábamos con esmero durante todo el mes y que llenaban el aula de embriagador perfume.
En el jardín de mi casa había un gran lilo (aún existe), por lo que yo llevaba frecuentemente lilas frescas para sustituir a las marchitas. Y en la primera hora de la tarde, entrábamos en fila, hacia el altarcillo, cantando con nuestras voces infantiles: Venid y vamos tooooodos, con flores a Maríaaaaa, con flores a porfíaaaa, que madre nuestra es.....
Qué adorable canción, tan ingenua, la cantábamos con tanto amor como si esas palabras las dedicáramos a nuestra propia madre, que había quedado en casa ocupándose de que todo marchara bien para nuestro regreso.
Cada dia yo miraba el lento deterioro de las lilas en el arbusto y me preguntaba cuántas mas podría aún llevar, orgullosa, en un improvisado florero de Nescafé vacío. Debido a mi corta estatura, unas veces me las cortaba mi abuelo, que vivía con nosotros, o mis hermanas mayores, o mis padres, y recuerdo estar a su lado cantando sin cesar De nuevo aquí nos tieeenes, puríiisima donceeeella, mas que la luuuuna beeeella, postrados a tus pies..., mientras contemplaba los ramilletes que íban surgiendo en sus pacientes manos.
He crecido, y tanto, pero cada Mayo sigue siendo para mí aquellos mayos de altares azules y canciones a María. Las lilas del jardín siguen fieles cada primavera, aunque ahora se adelanten un mes, aunque ahora falten algunas de las manos que las cortaban para mí. Yo, también fiel, preparo con mis manos adultas frondosos ramos de flor y hoja, pero el frasco de Nestlé ha sido sustituído por un florero mas propio de mis años. Y también canturreo, a veces con lágrimas en los ojos, porque aún vislumbro pequeños retazos de aquella niña que fuí, y la congoja que atenaza mi garganta me saca, involuntaria, una vocecilla que reconozco perfectamente.

sábado, 10 de mayo de 2008

Toko No Ma


En la cultura japonesa, el Toko no ma es una especie de oquedad o alcoba horadada en una de las paredes de la estancia principal de la casa.

Siguiendo la preferencia oriental por el juego de sombras en el interior de la vivienda, el Toko no ma es decorado con esmero, colocando en su interior bien una pintura de singular valor, el objeto preferido por el dueño de la casa, o bien un exquisito adorno floral que puede variar según la estación del año.

En este espacio la oscuridad toma especial relevancia; se consigue tamizando la ya tímida luz que se abre camino con dificultad tras haber sorteado el amplio alero del tejado, los paneles de papel junto a la ventana (shoji), y el tono mate de las paredes, cuadros y lacas que decoran toda la estancia. Parece un santuario de reposo, donde el claroscuro bellamente estudiado atrae la atención del huésped, que adivina en su interior el tesoro mas preciado de la casa.
Si nuestra alma fuera el hogar que el amigo visita, si, tras agasajarle con un aromático té de jazmín le invitáramos a recorrer cada estancia, engalanada con nuestros mas lindos ikebanas, si deslizáramos, finalmente, una puerta de shoji y ante sus ojos luciera nuestro particular Toko no ma,
¿con qué se encontraría?

jueves, 8 de mayo de 2008

NO QUEPO..................Lámina 29


No quepo....... en mí de gozo, porque a mediodía he cerrado la operación causante de la serie de ofensas de J.A., de sus triquiñuelas y mis desvelos. La mañana ha sido larga, como una carrera de obstáculos y lluvia, donde cada paso íba atrasado sobre el paso siguiente; he dado gracias a Dios por la existencia de los móviles y el fax, por la proliferación de taxis libres conducidos con mas rapidez de la aconsejable, por la buena voluntad de ciertas gentes de buena voluntad.
Ahora que todo ha pasado tengo unas ganas infintas de descansar y que no me hablen de notarios, registros, emails o archivos recibidos. Ahora, con la tranquilidad que depara el trabajo bien rematado, puedo ya plantearme rematar de igual modo la guerrilla con J.A. y su calaña. Primer paso: un correo de tan sólo dos frases donde rechazo, de manera absoluta e irrevocable, cualquier trato con él. Segundo paso: esperar que se entere por sus soplones de que lo mío ya está solventado con una empresa rival suya. Tercer paso: desplegar, por fin, toda mi indignación frente a él y sus socios del Averno. Esto último he de hacerlo en persona, y ya estoy impaciente por verlos. Entonces, y solo entonces, podré dar por finiquitado el asunto.
Pero, ciertamente, no quepo en mí de gozo.
No quepo.........tampoco, en esos vaqueros preciosos que compré la primavera pasada y que tanto juego me dieron para ir de sport o arreglada, según lo combinara con una cosa u otra. Las mujeres lo entenderán perfectamente.
La cara y la cruz de las medidas de capacidad.

lunes, 5 de mayo de 2008

Desconfía.....


De la mano de otro J.A., de apellido Gundín, leo una frase lapidaria: "Si elogian, desconfía". Y me la aplico.

Precisamente lo que estuvo haciendo el J.A. de mis pesadillas laborales, elogiándome en cuanto se presentaba la ocasión, con el único fin de enternecer a su presa y clavarle mas facilmente su lanza de guerrero innoble.

Su segunda oferta, perdón, ofensa, llegó a última hora de la tarde del ante-puente. Disfrazó aquellos datos originales y presentó el mismo perro, pero con distinto collar, eso sí, precedido de nuevas adulaciones a mi persona y mi buen hacer. Es decir, de nada le ha servido mi rapapolvo ni las muestras que le dí de haberlo pillado, y eso me disgusta profundamente. ¿Por qué piensa que voy a ser tan mema de pasar por el aro, por mucho que me lo adorne de oropeles y colorines?

He respondido con silencio hasta encontrar la ocasión del tête a tête, pues así lo requiere la situación, pero el infame, no pudiendo soportarlo, ha mandado esta mañana un emisario camuflado también de adulador para sonsacarme. Otro que se ha llevado su merecido (servidora tiene mucho aguante, pero no ilimitado), y con mas razón por cuanto aún resonaban como un eco las palabras sabias: te elogian, desconfía, desconfía, desconfía.......

A veces una sueña con vivir en una selva a salvo de depredadores.

domingo, 4 de mayo de 2008

Compañeras de Vida................Lámina 28


Venía en el coche oyendo en la radio, como otras tantas veces, Inter Economía. Me dí cuenta de que llevaba ya un buen rato haciendo oídos sordos a la crisis, a la Bolsa, y demás datos económico-deprimentes, así que me entretuve recorriendo las seis o siete emisoras grabadas en la memoria del dial.

He tarareado con Amy Winehouse en Los Cuarenta Principales, con Sergio Dalma en Kiss F.M. y con alguno mas que no recuerdo. Precisamente esa consciencia del olvido a medio plazo me ha hecho pensar en toda esta música que se crea a ritmo vertiginoso y que nos bombardea machacona (pero brevemente). Canciones pegadizas, sin mas, de usar y tirar, faltas de consistencia y sustancia. Música que no arraiga, a fin de cuentas, en nuestro yo mas íntimo y que olvidaremos sin darnos cuenta.

Hay, en cambio, canciones que haces tuyas de por vida; esas que un dia descubres y decides no abandonar jamás, quizá porque no dependen de tu estado de ánimo ni de la edad que vas cumpliendo. No tienen fecha de caducidad, no cansan, no aburren, mas bien al contrario, las escuchas con el mismo sentimiento y pasión que despertaron en tí en el momento que acariciaron tu alma por vez primera.

Tengo en mis arcas unas poquitas joyas, así las considero yo, y jamás dudo cuando alguien me pregunta:

1- Strangers in the Night- (Frank Sinatra). Después de tantos años no he encontrado nada que la supere, ni en Voz, ni en melodía.

2- Candilejas - (José Augusto ó Roberto Carlos). Ambos brasileños la interpretan de forma parecida, aunque prefiero al primero. La música fué compuesta por Charles Chaplin.

3- You,re the Firt, the Last, my Everything - Barry White

4- Por qué te vas - (Janett) - Música y letra de José Luis Perales y tema central de la película Cría Cuervos.

5- Sara - Fleetwood Mac

Posiblemente podría citar un par de canciones mas, y , de hecho, lamentaré no haberlas incluído en cuanto cierre este post. Pero dejémoslo; son sólo ocurrencias de un cuatro de Mayo.