Cuando una mujer abre la boca
su lengua se empeña en lamer la dureza:
Puede ser la dureza de la vida,
la dureza del dolor con sus dientes esmaltados y perfectos.
La dureza del tiempo que desaparece.
O puede ser que su boca se abra
para lamer, como perra cálida y protectora,
la cara de sus hijos,
o el sexo del hombre hasta derretirlo
y enjugarlo de sal,
hasta limpiarlo de su ímpetu
y dejarlo palpitante y lánguido entre los dientes.
Cuando una mujer abre la boca
su lengua quiere decir otro lenguaje,
nombrar otros nombres,
poner saliva entre las puertas
que se abren de un alma a otra.
Limar. Limpiar. Lamer.
Tantas cosas, tanto intento, tanto de lo perdido,
existe en la boca abierta de una mujer.
Gioconda Belli, poeta nicaragüense
*Esta entrada va para Octavio, que vió el alma de Alma en cada uno de sus besos
8 comentarios:
El alma de la mujer, esa maravillosa compañera de su cuerpo, de sus manos, su lengua. Gioconda Belli me encanta como poeta, posee una sensualidad y una fuerza femeninas increíbles. Así que me doy por doblemente satisfecho: por acordarte de mí y por hacerlo con los versos de Belli, que alguna vez una mujer me recitó al oído y en mi pecho, y entre mis muslos. Pero esa es otra historia, y deberá ser contada en otra ocasión. Grazie tante, mia cara e bella
Una perspectiva de la mujer entre dulce y paciente, sanadora y fuente de placer.
No conocía a G. Belli, me queda tanto por leer...
Versos bellos y calentitos (como a don Octavio le gustan) :D.
Besos.
Cuando una mujer abre la boca es para criticar (siempre hay algo que le parece mal). O a lo mejor estoy exagerando.
Una boca abierta de mujer, fascinante...
Excelente texto y sugerentes metáforas.
Gracias.
Ostra que muestras
incauta tu tesoro:
te robarán.
Uffff, hoy realmente estoy muy poco inspirado y aún menos para comentar tan bellos versos, ya que me contrastan con la boca abierta de la ministra de defensa israelí.
Antonio, gracias por tu bello haiku.
Pe-jota: con la política y las guerras pooco se puede inspirar uno. Otro dia será.
Deme: se ve que te ha pillado en mal dia, chiquillo. Mira que acordarte del cotilleo leyendo un poema tan femenino y sugerente.
Parsimonia, José Ignacio: Gioconda fué también un grato descubrimiento para mí.
Onda, Enrique: sólo os falta componer algo parecido. Animaos.
Octavio: ya veo que de una entrada sale otra entrada y, así, ad infinium. Te seguié fiel en mis lecturas.
Un abrazo a todos, y que la boca de la mujer os sea siempre grata.
Publicar un comentario