miércoles, 30 de septiembre de 2009

Discreto, siempre, el poeta


José Antonio Muñoz Rojas, el poeta de Antequera, ha muerto sin hacer ruído, quizás porque sus cien años así lo requerían. Mi descubrimiento de él fué tardío, pero gozoso, y con todo mi respeto quiero rendirle homenaje en esta página dejando uno de sus poemas.
No tiene todo el mar la sal precisa,
ni belleza en la tierra el instrumento,
ni música celeste el movimiento,
ni tales lirios por enero, herriza,
ni hubo temblor en pájaro o en brisa,
ni en río, ni en caballo, ni en acento,
ni en verano o espalda se halló el viento
con una mas sabrosa y menos prisa,
como encerrada tienes, sin saberla,
de la ceja al cabello una ternura
que levanta al arroyo y al collado.
¡Ay, déjame morir de no tenerla,
orillas de la dicha y hermosura,
perdido en tu memoria y olvidado!

14 comentarios:

Alonso CM dijo...

Precioso homenaje a un gran poeta. Como en otros casos, poemas como este (¡qué maravilla!), lo harán eterno.
Un saludo

Jesús Cotta Lobato dijo...

Una de mis lecturas favoritas es Las cosas del campo. Gracias por hacerle ese homenaje.

Olga Bernad dijo...

Ha sido una tristeza, a tan pocos días de sus cien años...
Quizá era tan discreto que no quiso oír el ruido que vendría.
Descanse en paz.

Javier de Navascués dijo...

Verdaderamente es notable que tantos hayamos coincidido en la misma entrada. Lo merecía, sin duda. Y me alegro de que por él haya descubierto este blog.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Mery, te felicito, tú como él...la discreción.

Un abrazo.

Mery dijo...

Miradme: bienvenido a este blog y gracias por tus palabras. Es cierto,el poeta será eterno.
Un abrazo

Jesús: los poemas que nombras son perlas en todo su esplendor. Te entiendo muy bien.
Un abrazo

Olga: puede que tengas toda la razón y el ruido de una cifra tan contundente llegara a molestarle. Sus poemas, al menos, traspasarán cien años y otros cien mas...
Un beso

Javier: te doy la bienvenida y me alegra saber que este hombre ha dejado tanta admiración tras de sí. Somos una muestra de ello ¿verdad?
Gracias y un abrazo

Mery dijo...

Javier Sánchez: ha salido tu comentario después de haber respondido al otro Javier.
Hoy en día, que te llamen discreta es un halago (así lo creo yo), de modo que te lo agradezco.
Un placer tenerte por aquí, como siempre
Un beso

Juan Carlos Garrido dijo...

Decían de él que tenía una cabeza admirable y un trato extraordinario. Y su poesía no precisa de alabanzas.

Saludos.

El Deme dijo...

Saber ver la ternura del ser amado es un arte y sólo un poeta puede transformarlo en palabras. Has buscado un poema maravilloso, Mery.

Miroslav Panciutti dijo...

No conocía a este hombre y me ha gustado el soneto que nos pones. Prociraré leer más versos suyos. Un beso.

Miguel Ángel Borrego Soto dijo...

Muñoz Rojas es enorme, y ahora que ha muerto, más. Te echo de menos en mi blog, Mery.

Mery dijo...

Sombras: debía ser una persona íntegra, de las que no se estilan en la actualidad. Dices bien.
Un abrazo

Deme: créeme que me costó elegir un poema entre tanta magnificencia.
Te agradezco tus palabras.
Un abrazo

Miroslav: te lo recomiendo vivamente, y cuando lo leas, siéntate con calma y disfruta del sosiego que te va a producir.
Un abrazo

MABS: si, es un poeta único. Perdóname mi pereza bloguera; desde el verano estoy vaga hasta con mi propio blog.
Un abrazo y te agredezco tu visita.

Javier dijo...

Precioso homenaje, ya que no hay mejor elogio que la propia palabra del homenajeado, y si es verso mejor que mejor.

José Ignacio Lacucebe dijo...

Difícil de expresar una ternura.
Bsos