sábado, 3 de enero de 2009

Una manera de empezar enero


Hay quien empieza el año con una buena cogorza, o esquiando, o surcando los mares del Caribe en un lujoso barco, o viéndose a escondidas con su amante...
Hay quien lo inaugura trabajando.
Hay quien amanece el dia 1 a la hora de la siesta y vaguea la tarde entera, caminando por la casa como esos fantasmas de los castillos que arrastran sus pesadas cadenas.

Y hay quien, como yo, se levanta a una hora decente - qué aburrida palabra - y renueva la sangre propia y la de la casa limpiando a tutti plain.
No se me entienda mal, nadie me obligaba, no me sentía desgraciada ni nerviosa; tampoco era mi intención espantar espantos.
Sencillamente me dije " de hoy no pasa" y no pasó. Saqué el plumero efecto atrapapolvo, la aspiradora roja y la fregona con jabón para la madera.
Qué glamour.

9 comentarios:

Miroslav Panciutti dijo...

No sé de qué me suena este comienzo de año ... Aunque puede que nuestros parecidos no lo hayan sido tanto. Un beso

Manuel Amaro dijo...

Yo soy de los que hicieron el vago.
Jajajaja, besos Aida!!!!!!

Javier dijo...

Eso es puro Feng Shui, nada mejor que un buen zafarrancho para empezar el año libre de telarañas. Feliz Año.
Uno que ya ha regresado !!

Аmanecer dijo...

Pues yo recibì enero, con el recalentado, y familia e amigos, asì que limpieza hasta hoy:XD

Feliz 2009, salud y bendiciones, son mis mejores deseos!!

Gracias por todo Mery!!

Besos y muchos màs.

Rio Oria dijo...

El dia uno es para tomarselo con "filosofía", como no trasnochamos demasiado, tampoco nos levantamos muy tarde, asi que vuelta a comer con algún amigo, ya que los jovenes si dormian, lo de limpiar lo deje para el dia dos.
Un abrazo.
Olalla

Sintagma in Blue dijo...

Yo aún sigo mirando el caos de mi despacho a ver si un día de estos me decido.

besos

Anónimo dijo...

Eso es que te levantaste con vitalidad! Mi casa me agradecería eso también porque yo me quedé toda la tarde acostada en el sofá con una manta y viendo la saga de El Padrino.
Besitos.

Juan Carlos Garrido dijo...

No hay quien mantenga el glamour a la hora de levantarse, y menos si se calza los guantes do goma.

Saludos.

Anónimo dijo...

Es, sin duda, mucho más descansado limpiar que tener que posar los ojos sobre el desorden, lo cual cansa la vista, el ánimo y el alma enormemente. Ahora bien, si otros pueden limpiar por uno, tampoco va uno a hacerse de rogar.