Qué extraña me parece la 3ª Sinfonía de Mahler. Después de varios meses sin pisar el Auditorio, he retomado mis citas con la Música esta tarde, tras un laberíntico recorrido hacia el acceso, casi imposible, de un par de entradas.
A las 19, 30 h comenzaba la Royal Concertgebouw Orchestra, la contralto Bernarda Fink, el Orfeón Donostiarra-sólo sus 53 vestales vestidas de blanco- y la Escolanía del Sagrado Corazón de Jesús, dirigidos por Mariss Jansons.
Digo que me resulta una obra extraña porque su larguísimo primer movimiento me desconcierta y no acaba de interesarme, pero, como un arroyo, me arrastra por el cauce que Mahler debió concebir durante su composición y acaba por conmoverme. Como casi todas sus obras, la compuso durante sus vacaciones estivales cerca de Salzsburgo. Mahler decía de ella que "apenas es música, sino los sonidos de la naturaleza. Es algo misterioso, la forma en que la vida va abriéndose camino gradualmente saliendo de lo no animado, tomando formas cada vez mas desarrolladas: flores, bestias, hombres, hasta la esfera de los espíritus, de los ángeles".
Como Mahler adoraba la Filosofía, escogió como textos para su 4º y 5º movimiento, párrafos de Nietzsche, con quien compartía una peculiar personalidad, como su alter ego musical, lleno de contradicciones internas.
No puedo dejar de recordar, al filo de su carácter, la única y curiosa sesión de psicoanálisis que Freud le concedió en la ciudad holandesa de Leiden, paseando al aire libre durante toda una tarde. Mahler vivía atormentado por sí mismo y por los devaneos amorosos de su mujer, Alma. Freud dijo que hablar con él fué "como sacar una sola viga de un edificio misterioso".
Para remate, Leiden, en alemán, significa "sufrimiento". Miel sobre hojuelas para los asuntos del subconsciente de Freud...pero eso es otra historia.
En resumen: que he vuelto al Auditorio, y que el día 23 tengo allí otra cita.
10 comentarios:
Yo estoy convencida de que Mahler quiere quedar contigo.
Ir a un concierto de música de Mahler tiene que ser una gozada, hija, tú sí que sabes lo que te gusta... Disfrutar y entender la música es un don maravilloso.
La música siempre es imprescindible... Y en vivo mucho más.
Un abrazo.
Mahler es uno de esos compositores que cuando logras conectar te cautiva de por vida.
Que bueno retomar las buenas costumbres, ¿verdad?
Mahler fue un genio, Mery. No hay más que oír su música para comprobarlo. La tercera sólo la he oído en disco. No sabes cómo te envidio esas veladas en el auditorio. Un beso.
José Ignacio: Mahler es complicado, si. Como su propia personalidad debió ser.
Un abrazo
Olga: pues estoy yo esperando que me llame o algo. Aunque sea para un café. Menuda entrada para el blog me íba a salir a mí si se diera ese imposible.
Un beso
Alegre opinador: en vivo no tiene color, tienes toda la razón. Gana en una proporción inconmensurable.
Un abrazo
Deme: tuve suerte de encontrar entradas para este concierto. No había ni un asiento libre.
Un abrazo
Pe-Jota: Mahler te cautiva después de comprobar lo extraño que resulta casi siempre.
Un abrazo
José Miguel: creo recordar que tu viviste cerca del Auditorio ¿no?
Pues ya sabes lo que es ésto: acaba siendo un vicio.
Un abrazo
Es difícil Mahler, sí. A mí, al menos, me desasosiega un poquillo; sólo lo puedo escuchar en momentos de bastante calma interior. De todas formas, no lo he "trabajado" suficiente. Y nunca lo he escuchado "en vivo". Un beso.
Miroslav: en directo siempre resulta todo "mucho mas y mejor", ya lo sabes. Tampoco yo soy una buena conocedora de la obra de Mahler, y, por ello, siempre me produce un cierto desasosiego, hasta que le cojo el punto.
Un abrazo y gracias por tu visita
Dudo que un servidor supiera apreciarlo, pues tiene los oídos habituados a los cantacuentos y a las canciones de los Lunnis, en todo caso preferibles a los cantantes juveniles en boga, para los que ya comienzo a planear cómo agenciarme una misericorde sordera.
Saludos.
Sombras: esta etapa de cantacuentos pasará e incluso la recordarás con mucho arrobamiento, ya verás. Y seguro, seguro, que sabes apreciar a Mahler y a todo lo que se te ponga por delante.
Un abrazo
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