domingo, 27 de junio de 2010

Como helado de vainilla


Hay personas que sólo se me antojan soportables si forman parte invisible de un grupo, haciendo bulto o pasando desapercibidas, sea porque su presencia apenas se hace notar o porque son lietarlamente un petardo.
Son como el helado de vainilla: insustancial en sí mismo pero estupendo como base a la que acompaña un buen montón de chocolate líquido, o licor calentito de ron y caramelo.

8 comentarios:

enrique dijo...

No soy mucho de helados, hasta que no inventen el de sabor a jamón de jabugo...

José Miguel Ridao dijo...

Muy buena la comparación, Mery. Después hay otras personas que son como las almendras amargas, que si se te cuela una te cargas el turrón o el postre. Aunque siempre hay a quien le gusta el Amaretto...

Un beso.

Juan Carlos Garrido dijo...

No sé qué símil me gusta más, si el tuyo o el de Ridao.

Saludos.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Lo malo es que, según me parece, las personas insoportables llevan mal eso de no hacerse notar. Por eso son insoportables. Pero la comparación con el helado de vainilla es estupenda.

Mery dijo...

Enrique: helado con sabor a jamón...uf...no sé, me cuesta imaginar esa combinación.
Un beso

José Miguel: tu ejemplo de las almendras es muy bueno. Para quitarte el sabor de la amarga has de dar un buen bocado al dulce,como para quitarte el regustillo agrio de una mala compañía, has de empaparte de otra magnífica.
Un beso

Sombras: ya ves, los comentarios adornan y superan la entrada siempre. Dá gusto
Un beso

Jesús: ahí está el quid de la cuestión, la insoportabilidad redundante de los insoportables. Siempre hay grados, gracias a Dios. Y que Dios nos proteja de ser uno de ellos.
Un beso

Javier dijo...

Me parto !!!!!!!!!!, te entiendo perfectamente, y las ganas que tienes de arrearles un sopoapo cuando se les ocurre abrir la boca.

Eria.. dijo...

Que buen simil...

Mery dijo...

Pe-Jota: me alegra que te sirva para una buena carcajada.
Un beso y gracias por tu alegre visita

Eria: Gracias y bienvenida.
Un abrazo