El jueves pasado, después de un vaivén sentimental por la 5ª de Mahler en el Auditorio de Madrid, nos fuímos a dormir a nuestra casa de la sierra.
Y unas horas mas tarde, la madrugada nos sorprendía a la chita callando con este panorama silencioso y nórdico.
Creí estar despertando en Helsinki.
8 comentarios:
Qué maravilla, Mery. La próxima vez puedes hacerlo después de escuchar a Sibelius, A lo mejor te despierta el tintineo de los renos.
Un beso.
¿Te puedes creer que ha amanecido nevado en este rinconcito de la costa almeriense? En los años que llevo aquí es la primera vez que lo veo. Claro, no ha sido como ese manto blanco escandinavo de tu jardín de la sierra, pero aquí es como un pequeño milagro: nieve entre las buganvillas florecidas.
¿Y cómo fue el concierto de Mahler?
José Miguel: los renos trotando en pleno febrero, cuánta magia refleja eso.
Un beso
Madame: ¡nieve en Almería! Hagamos caso al refrán: año de nieves, año d ebienes...;-)
Un beso
Mery, no te imaginaba casada !
Si había lagos alrededor y la casa es obra de Alvar Aalto, quizá fuera Helsinki.
Por fortuna se trata de la sierra madrileña, tan cerca y tan bucólica y pastoril...
Anónimo: ¿dónde he hablado de mi estado civil? No lo oculto, pero me dejas asombrada.
Enrique: tu lo has dicho, tan cerca y tan pastoril. Para vivir el encanto no hace falta trasladarse a mil leguas.
Un abrazo y buenas tardes
Una bella postal invernal con banda sonora incluida.
Vaya, parece que es el año de la nieve, que está muy bien, pero espero que vayamos saliendo del invierno este poco a poco, o mejor rapidamente.
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