miércoles, 5 de enero de 2011

Tres palabras en oro


Tres palabras poderosas, si escritas en oro, mejor:
Queridos Reyes Magos.
Así me gustaría volver a mis Navidades de trenzas y calcetines cortos, sentada en la mesa de la cocina mientras mi madre cocinaba lombarda y mis ojos sólo tenían fe en esa página en blanco.
El sobre llevaba un precioso dibujo de los tres Reyes multicolores con el destinatario dorado A.S.M Los Reyes Magos de Oriente y la cuartilla con un poco de purpurina pronto quedaba atiborrada de mi letra irregular. Por si acaso, no olvidarse de recordar por escrito que había sido una niña buena todo el año. Después, al ataque: un cochecito para mi muñeca, con capota azul impermeable para la lluvia. Un Hogarín ¿alguien se acuerda de lo que era aquéllo? Pues uno de los juguetes mas preciosos que se podía desear: pequeñas estancias del tamaño de una caja de zapatos que se combinaban a capricho formando un hogar; yo tuve el baño y un jardín-terraza pues no había presupuesto para la casa completa (anda ¡como ahora!).
Plastilina, pinturas de colores y nada mas. A los niños de aquel entonces ya nos habían acostumbrado a no ser pedigüeños ni acumular juguetes sin sentido.
Ahora mi carta, de escribirla, no tendría nada en común con la de la niña de las trenzas. No pediría un bolso, ni unos zapatos ni un pañuelo de Hermés. Nada que pueda comprarse con dinero pero que sí depende absolutamente de la Magia Celestial: salud, trabajo, cariño...para mí y para todos, por supuesto.
¡Tanta trascendencia y madurez me agobian y agotan!
Ahora desearía volver a esa otra época donde se daba por supuesta la seguridad de tu entorno. ¿A quién le importaba la salud? ¿Qué era eso? ¿La muerte? ¿Quién se moría? ¿Trabajo?
Si, papá íba y venía todos los días de allí.
Así que, suspiro y escribo:
Queridos Reyes Magos. Este año he sido muy buena...

15 comentarios:

Javier dijo...

Eramos tan inocentes, estábamos tan lejos de saber los avatares que nos deparaba la vida, y tan lejos de saber que el ir creciendo siempre es ir perdiendo un poco.

Que los reyes te traigan un montón de cariño, que te lo mereces.

Mery dijo...

Pe-Jota: lo que me deseas es fundamental, sobre todo cuando, como bien dices, vamos perdiendo la inocencia.
Los mismos deseos para ti; cuídate, barcelonés y que te cuiden mucho.

Un beso

Olga Bernad dijo...

Me siento muy identificada con el entorno que perfilas: niñas sanas, sin demasiados agobios (o sin conocerlos) pero sin demasiados caprichos. A mí tampoco se me ocurrió nunca pedir salud, y tampoco se me murió nadie hasta que tuve 12 años. Pero no pude escribir esas cartas. Mi hermano me dijo lo de los Reyes demasiado pronto, y mi padre no creía que debiéramos crecer con engaños. Yo no lo veo igual. Tengo tanta tendencia a la ilusión que el día de Reyes siguió siendo precioso. Pero es una de las pocas cosas que, con el tiempo, he reprochado a mis padres: no mantenerme esa pequeña ilusión al menos hasta los ¿ocho o nueve años? A esa edad se enteró mi hijo mayor. Ahora, el pequeño cumplirá siete en un par de días, y se acaba de ir con su padre a la cabalgata mientras yo preparo todas las cosas para mañana (ya que celebramos su cumple en Reyes) y viene toda la familia.
Me pregunto cuántas veces más se lo creerá como ahora. Un año o dos, a lo sumo. Espero que sean las suficientes como para que se acuerde y, un día, escriba algo tan bonito como esto.
Mira, yo te he cogido cariño, así que te dejo por aquí un poco para colaborar en ese montón que vas a recibir (por haber sido buena:-)

Madame X dijo...

Donde yo vivía de pequeña, no venían los Reyes Magos. Los regalos nos los traía Papá Noël y los dejaba debajo del abeto. Aunque sí recuerdo un roscón de Reyes con corona que no se parecía nada al de aquí. Otros rituales, pero la misma ilusión.

Como has sido una niña buena (doy fe), espero que los Reyes se porten muy bien contigo.

Un besazo.

Mery dijo...

Olga: menuda faena te hicieron al robarte algunos años de ilusión y magia. Consuélate ahora con tus hijos, aunque no es lo mismo, lo sé, pero es una especie de sucedáneo nada desdeñable.
Qué bonito que mañana celebréis un cumpleaños también.
Date cuenta, si no viviéramos de ilusiones en nuestro día a día, la vida no merecería la pena en absoluto. Eso del valle de lágrimas es una faena de las gordas y yo quiero echar esa idea bien lejos de mí.

Muchas gracias por tu cariño, lo guardo en una cajita de oro, como las letras de los Reyes y hazte cuenta de que otra cantidad similar viaja hacia Zaragoza en estos momentos.

Un besazo y seamos también un poco malas, jejeje.

Mery dijo...

Madame: qué gran verdad que la ilusión infantil no tiene fechas y da igual que la provoque Papá Noel o el bendito San Roque.
Como le acabo de decir a Olga, seamos también un poquillo malas ¿no?

Que los Reyes te traigan TODO lo que deseas y un mas.

Un beso

Аmanecer dijo...

Yo, a lo contrario esperaba a Santa, que èl era el que nos traìa los regalos, pero tambièn esperaba el dìa de Reyes, por la rosca.

Añorada niñez, y que bonito es recordarla...

Que los reyes te traigan, abrazos, cariño y felicidad, y que no dejes de ser buena.
Besos.

Mery dijo...

Amanecer: deseo de corazón que los Reyes Magos también te hayan dejado en tu hogar todo aquéllo que añores y desees.
Y como a Madame, te diría que a veces está bien ser un poquillo pícara y revoltosa. Mas sal a la vida ;-)

Un beso para ese continente

Álvaro dijo...

Como te ha dicho pe-jota, ir creciendo es siempre ir perdiendo un poco; pero también se gana, en amigos, en experiencias, en afinidades (por no contar lo que ganamos en cosas malas). Eso sí, como la inocencia nada. Tus palabras me la han recordado, y siempre intento mantener algo de ella (así me va!!). Gracias. Un beso

Juan Carlos Garrido dijo...

Es posible volver a aquellos tiempos por persona interpuesta, esto es: los hijos.

Un abrazo.

Mery dijo...

Alvaro: un hombre sin su pizca de inocencia no tiene ningún atractivo ni interés. Qué horror tanta madurez y sentido común.
Así que siga usted así.
Un abrazo y buenas noches

Sombras: los niños, gracias a Dios, nos llevan de su mano a su mundo fantástico. Dure lo que dure ese momento, bienvenido sea siempre.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Cada vez que respiro me oxido un muero un poco ...

Anónimo dijo...

Cada vez que respiro me oxido y muero un poco ...

Mery dijo...

Anónimo: a ver si va a ser cuestión de aguantar la respiración y vivir un poquito mas.

Anónimo dijo...

Mery, eres adorable !!