domingo, 27 de marzo de 2011

Poema sin nombre

Mi vida no es este cuerpo en un espejo
sino los ríos de veinte siglos, con sus gentes.
Crecen las mañanas y las noches
y nada es diferente a su orígen,
o quizás todo cuanto me rodea
se rompe al nombrarlo.

La vida es un cristal infinito
de una pieza o de siete añicos:
un, dos, tres, hacia el número divino
que suena a canción antigua...

La música, las letras, el color y la sombra,
el deseo, la palabra, el silencio y una duda.
Digo un nombre y el eco devuelve cientos,
las voces de los que antes fueron.
Y es un jardín y un mar
y el faro que no alumbra,
un banco al sol, una campana,
la cigüeña, los vencejos.

Y la vida es beber los vientos a la puerta de tu casa.

9 comentarios:

Olga Bernad dijo...

Somos todo lo anterior. Somos totalmente nuevos. Así es.
Que la semana te traiga buenos vientos!

Mery dijo...

Gracias Olga y buenas noches, como siempre.

Pet dijo...

Lo leo una vez y casi me parece una tragedia griega, destino inevitable. Lo leo otra vez y entreveo que jugar con el destino es imposible, del cristal a los añicos un suspiro :-)

enrique dijo...

El poema no tendrá nombre, pero parece inspirado por el mismísimo Éolo...

Bravo!!

Mery dijo...

Pet: yo con el destino tengo un juego d etoma y daca: a veces me gana y otras intento ganar yo. Aún no sé quién tendrá todas las cartas en su mano.
Un abrazo

Enrique: tu cultura te hace ver al mismo Parnaso por todas partes. Gracias por ello

Torres Coco dijo...

Un precioso poema, Mery. Intuyo que la primavera también ha llegado a tu casa, a tu interior.

Gracias por mostrarlo de una forma tan bonita.

Un besito.

Javier dijo...

Nada en este mundo es producto de generación espontánea, sólo conociendo nuestro pasado podremos enfrentar el futuro.

Madame X dijo...

[Y yo que pensé que ya había hecho un comentario aquí. Qué despiste.]

Unos versos con la fuerza del frágil equilibrio de la vida. Cuando te pones poética, algo se ilumina en ti. Me gusta mucho esta faceta tuya.

Un beso.

Mery dijo...

Madame, Pe-Jota, Torres, yo también voy con retraso respondiéndoos.
Ya sabéis cuánto aprecio vuestra visita.
Un beso