Siempre he tenido un peculiar apego a esta fecha del calendario, aunque en realidad he sido plenamente consciente de ello hace apenas unos años.
Me emociona esa imagen de Jesús subido en la borriquilla - modesta cabalgadura donde las halla - entrando glorioso en Jerusalén, y esas miles de palmas en alto recibiéndolo gozosas. Hago ingentes esfuerzos mentales por imaginar cómo tuvo que ser aquel dia, XXI siglos atrás, por ver esas gentes semíticas con sus ropajes pobres y uniformes, la misma ciudad engalanada, luminosa, festiva. Y me pregunto a qué esperará la Humanidad para inventar, por fin, esa Máquina del Tiempo que nos prometen las películas de Hollywood tan alegremente.
Soy católica, y religiosa a mi manera, es decir, que tengo el mismo cuento que muchas otras personas. Sé muy bien que esta fórmula tan manida -"a mi manera" - es completamente ridícula y quien la utiliza demuestra tener una cara dura impresionante. De hecho no estoy precisamente orgullosa de ello, porque se es religioso o no, que estas medias tintas son absurdas y evasivas. Mea culpa.
Acudo a misa cuando me lo pide el cuerpo, y la mayoría de las veces con trampas, porque entro a mitad de la ceremonia y después me quedo un rato mas a solas, cuando ya la gente ha salido y puedo disfrutar del silencio necesario.
Hoy, Domingo de Ramos, así lo he hecho una vez mas, con una ramita de laurel del jardín de mi cuñado. La iglesia estaba llena y, como siempre, me he quedado detrás y de pié-esa es una de las penitencias que asumo por ser una tramposa-. Hay una familia muy devota que invariablemente se sienta en la última fila y que lleva sobre sí el peso de los cantos, del paso del cestillo de las ofrendas y demás rituales ajenos al sacerdote; al acabar la misa he acudido a la madre para pedirle unos ramilletes de olivo que había a un lado del altar. Me gusta mas el olivo, es mas propio del momento, y por supuesto estaba bendecido, cosa que mi laurel tardío no.
Con las manos llenas de hojas y ramajes me he sentado, solitaria y serena, a pensar en mis cosas y en lo que no son mis cosas. He estado recordando el mismo domingo del año pasado, lo que cambian las personas y las circunstancias; por aquel entonces yo estaba atravesando un momento muy revuelto de mi vida, y meditaba cabizbaja las alternativas que se presentaban ante mí, quizás sentada en el mismo banco de hoy. Muy cerca se hallaba ese dia una mujer rubia, bastante mayor; fuera ya de mi ensimismamiento pude observar que lloraba desconsoladamente y eso me produjo cierta angustia. Pues si que estamos buenas-pensé yo-como dice el refrán, somos un roto para un descosido.
Pero consideré su pena mas honda atendiendo al caudal de sus lágrimas frente a mis ojos secos y me acerqué a ella: ¿necesita usted algo? ¿puedo ayudarle?
Ella se giró y me mostró una sonrisa angelical: no, bonita, estoy bien.
Qué fortaleza, Dios santo, tienen algunas personas. Afligida como estaba y aún tenía para mí una sonrisa dulce y una mirada tierna. ¿Qué habrá sido de ella y de su pena? Es posible que hoy estuviera también por la iglesia de las monjitas, pero yo no recordaba en absoluto su cara.
Al salir he dado un paseo en esta soleada mañana y me he cruzado con otras gentes y otras palmas en sus manos.
Es curioso, casi todos los Domingos de Ramos luce un sol radiante, quizás porque no podría ser de otra manera.
15 comentarios:
Si, ayer fue un domingo lleno de sol...
Mery, es cierto que el "a mi manera" suele esconder mucha hipocresía, pero todos, hasta los santos, han sentido la religión a su manera. La religión es un asunto muy difícil, muy serio, y muy importante, aunque también pueda ser una gran fuente de alegría. Yo creo que sólo se debe pedir sinceridad y fe. A partir de ahí, si realment hay sinceridad y fe, cada uno obrará en consecuencia, y procurará seguir su conciencia. Siempre comprendiendo que somos humanos -recuerda que somos perfectibles- y que la conciencia puede estar equivocada, para lo que sirve la meditación. En todo caso, lo malo son, siempre, los extramos, aquella persona -no el santo, que es una figura muy distinta- que quiere apagar toda vida con imposiciones morales de supuesto origen religioso, y aquella persona que quiere apagar la vida sumiéndola en una perpetua orgía. A pesar de todo, y quien te habla, ya sabes, es una persona más bien crepuscular y pesimista, el mundo fue creado por Dios bello y bueno -cosa distinta es qué hayamos hecho nosotros de él- y lleno de goces para poder alcanzar un estado más pleno de humanidad.
Perdón ¿quien ha suprimido la tercera entrada? Yo no he sido, e ignoro si el que comenta en un blog puede suprimirlo después. ¿Alguien me puede aclarar esto?
Sí, mery, se puede suprimir. La suprimí yo porque la publiqué dos veces por equivocación. Evidentemente, no la puede suprimir un tercero, sólo quien la escribió o el dueño -en este caso dueña- del blog. Supongo, no tengo ni idea, que eso lo podrás cambiar en la configuración del blog, pero no me hagas ni caso, es una mera suposición.
Mery,
Antes que nada. No nos engañas, el comentario lo suprimiste tú. Que vergüenza que venga uno a esta isla de libertad de expresión y se encuentre con una muestra de la más execrable censura.
(En fin, espero que se haya notado el tono sarcástico y divertido del anterior párrafo)
Y siguiendo con el tema te diré que siendo de donde soy, donde el domingo de ramos es un día muy especial no puedo dejar de pensar en mi tierra donde la mayoría somos muy católicos pero a nuestra manera: no siéndolos.
Mery, afortunadamente eres católica a tu manera. La rigidez dogmática es sinónimo de intolerancia.
Sobre el Domingo de Ramos poca cosa te puede decir una atea, aunque me gusta saber que tú lo disfrutas... a tu manera.
Un besito.
X
Gracias por tu aclaración, Counter, empezaba a penas que mi blog tenía vida propia y ajena a mí.
Tipo raro, ¿cuál es tu tierra?
Madame, espero que tu domingo de atea fuera luminoso.Seguro que si.
Un abrazo de Ramos a todos.
Buy bonita tu reflexión, Mery. En ese "a mi manera" estamos todos y, por lo tanto, todos te entendemos, no sabes hasta qué punto. Yo profeso el catolicismo de Brdomín, pero también a mi manera. Ya decía Azorín algo así como que los cristianos disfrutábamos el doble de los pecados: por el hecho en sí de lo que se hace (sobre todo si es algo de tipo sexual...) y por el puro placer de saber que se está pecando. Luego vendrán los remordimientos, pero tampoco conviene hacerles mucho caso, salvo cuando te inspiran una buena idea para escribir.
Y, como madame X, prediero una religión alajada de los talibanismos.
Besos de otro cristiano a mi manera", que comparte tus reflexiones.
Cristianos "a su manera" del mundo, Uníos....
Gracias por vuestra comprensión.
Un beso
Este es un comentario meramente banal, a mi me sucede que no puedo separar el Domingo de Ramos del Festival de Eurovisión, antes se celebraba el sábado anterior, y mira que hace tiempo que ha cambiado, y que no lo veo, cosa totalmente cierta; pero se me ha quedado fijado.
¡¡¡¡¡¡¡¡ Anda si me has enlazado !!!!!!!!!!!!!!!
Pe-Jota, es que la infancia marca mucho, (dicen que es la patria del hombre), así que tus recuerdos de Eurovisión los comprendo muy bien....por cierto , ESA OTRA Eurovisión de antaño, donde había un cierto interés por llevar mejor música.
Sin ser religiosa uno de los momentos m�s sosegados de mi vida los viv� la ma�ana de un verano en el interior de la catedral de Barcelona. Silencio, olor a incienso, calma,paz...
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