¿Se han fijado ustedes en que al gimnasio la gente acude vestida de azul, blanco, gris, negro o rojo? ¿Que cualquier otro color resultaría fuera de lugar, sin motivo claro o explícito que lo confirme? Algo dentro del hipocampo nos conmina a sudar en la cinta andadora dentro de una gama concreta y de ella no nos atrevemos a salir, salvo algunos osados y en contadas ocasiones; habrá que observar si para ejercitar la mente nos inclinamos por tonos bien distintos o identificamos el esfuerzo mental y corporal dentro del mismo saco.
¿Se ha fijado ustedes en que los lunes las mujeres solemos vestir de rojo?
Como si el bermellón espantara el horror de los siete dias por delante o, también pudiera ser, nos confiara el secreto de resultar llamativas cuando nuestro ánimo rastrea los suelos.
Sea como fuere, los lunes son rojos y femeninos. Me ha bastado observar a mis compañeras de género en el trabajo y en la calle, esa docta maestra que tanto enseña cuando se le hace caso.
He estado comprando un regalo para un bautizo en una platería del centro de Madrid; pues bien, de la docena de mujeres que coincidimos dentro de la tienda, ocho llevábamos el color encendido en gran parte de nuestra vestimenta. Las otras cuatro, no saben-no contestan, es decir, resultaban anodinas.
Al final van a tener razón aquéllos que adoran la cromoterapia cual ídolo pagano. Yo ya voy camino de ello cuando me lanzo sobre el armario cada mañana.
12 comentarios:
El rojo es un color de fuerza, de sangre y de lucha.
En algunas culturas primitivas se suele identificar con la masculinidad, así en Cuba, con el santo Shangó.
Los colores siempre dice algo, aunque sea lo contrario de lo que se siente en el momento.
Los guerreros se pintaban para parecer más fuertes y temibles, quizás es una estrategia que prendió en las mujeres actuales.
Un beso rojo.
Lo del rojo no lo discuto, aunque dudo de interpretaciones antropológicas. Hace unos años se puso de moda en España, en combinación con el negro, y todavía queda la estela. Por otra parte, pocos colores casan tan bien con una mujer y tan mal con un hombre (un hombre de rojo parece un coche). Es un color que hierve, estalla, rompe la luz. En un jardín las flores rojas (piensa en los geranios, por ejemplo) son las reinas indiscutibles. Lo de los colores gimnásticos tampoco lo veo tan claro. En los que yo he frecuentado (que no han sido muchos, todo sea dicho) solía haber un desfile de camisetas horteras, desteñidas, vestigios de un cierto esplendor veraniego ya lejano. Besos en los colores que prefieras.
A mi me gusta el rojo, tengo bastantes complementos y ropa en ese tono, pienso que favorece. Lo que dices de los lunes me ha hecho gracia pues no me he fijado, a partir de ahora lo hare, de todos modos donde esté un azul en todas sus tonalidades, !me encanta!. Como dicen en el gusto estan los colores.
Un beso en color optimista. Olalla.
Me has picado la curiosidad y me propongo verificar esas conclusiones cromáticas que declaras tan tajante. Ten en cuenta que una muestra de doce no es representativa. De otra parte, aunque lo fuera, quedaría por comprobar que efectivamente hay una correlación significativa entre el color rojo y los lunes, con lo cual habría que hacer las observaciones los restantes días de la semana. Por último, lo del gimnasio me ha dejado ya completamente alucinado. En fin, que has planteado todo un arduo e interesante tema de investigación. Un beso, colorada.
Será tal vez por 'los lunes al sol'
Hola Mery! yo también pienso que el rojo es un color que proporciona energía, no sólo al que lo lleva puesto, sino también a los que se encuentra. Es decir, que cuando uno va de rojo, va transmitiendo energía positiva y fuerza. Como ese jardín de flores rojas de las que habla Antonio Serrano, las flores rojas son las reinas, según mi parecer, porque comparten la energía que poseen. En mi caso, sólo visto de rojo cuando estoy muy, muy feliz y quiero transmitirlo a todo el mundo. Gracias y que tengas un buen día!
glup!
Yo hago deporte (poco) de azul, siempre de azul.
Y el rojo me gusta en la smujeres, mucho. Menos para la ropa interior...
Pues me voy a tener que fijar más en los colores de la gente de los lunes, no tenía ni idea...
Por otro lado es que creo que chandals amarillos no hay.
Gracias José Ignacio por las explicaciones.
Me ha resultado muy curioso Mery. Mucho.
A mí me encanta el rojo, y soy hombre.
Un abrazo.
Según Desmon Morris, el rojo es una señal sexual; los labios, la vulva, los pezones etc... se enrrojecen cuando hay una receptividad sexual. Y también se hace o se refuerza artificialmente, por lo menos en con el carmin de los labios.
En el vestir creo que puede ir en el mismo sentido. Aunque no tiene por qué es consciente.
No lo digo yo, lo dice Morris.
Creo que no estoy demasiado al tanto del estilismo que se sigue en estos momentos en los gimnasios.
En los gimnasios ni idea, pero, ahora que lo dices, es curioso: los martes, que son como los lunes para la mayoría de la gente, pues es cuando empiezo la semana laboral, con mucha frecuencia, ilumino el fondo negro de mi vestuario con complementos rojos.
Lo que está claro es que no elegimos los colores de nuestras vestimentas al tuntún, sino que lo hacemos según determinadas pautas, conscientes o inconscientes.
Besitos, chica observadora.
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