domingo, 25 de mayo de 2008

A propósito de...


En mi última entrada hacía un pequeño apunte sobre este blog, mis ínfulas, mis contradicciones, en suma.

Desde entonces, en realidad, desde mucho antes, me vengo preguntando por el sentido de escribir, de haber creado, de mantener, de visitar a los vecinos, de comentarles, buscar tema, elegir lámina, en fin, el por qué y hasta cuándo de este pequeño universo que ha irrumpido en mi vida hace unos meses.

Ya comenté en mis comienzos, allá por el mes de febrero, que me había adentrado en estos vericuetos de la mano de mi buena amiga Madame X; ella confiaba en la bondad de este tipo de comunicación bastante mas que yo, que me hice de rogar mucho tiempo hasta que consentí abrir esta página, si soy sincera, mas por complacerle a ella que por propia convicción.

Desorientada, cautelosa, escribía esmirriados parrafitos de lo que se me ocurría caminando por la calle, sin encontrarle mucho aliciente inicial. Tanto es así que en mis primeras incursiones olvidaba admitir comentarios ajenos, y ella hubo de advertirme de activar ésto y aquéllo, como una paciente mami que enseña los primeros pasos a su atolondrada cría.

Aprendí a visitar otros blogs, a desechar los que no me íban, a enlazar gustos y aficiones. Aprendí a robar láminas de acá y de allá perdonándome los hurtos como un hecho inevitable.

Aprendí, en resumen, a dejar volar mi imaginación y dar rienda suelta a la pluma y el tintero. De mis primeras dudas sobre qué escribir, pasé a crear historias ajenas con el mismo talante con el que plasmaba mi vivir cotidiano. Paseé por este barrio dejando tarjetas de visita a los vecinos, y todos ellos, generosos y cálidos, me han ído devolviendo con creces lo que jamás pensé conseguir. El espectro de luz es inagotable en este universo-me repito-que camina paralelo a mis quehaceres comunes: tan pronto me hallo comentando la casa revuelta del PP en el blog de X, como me entero de los sueños prohibidos de Y. Una dulce mexicana me abre su casa pletórica de poesía, y otro grupo de profes me enseña que los puntos suspensivos han de ser sólo tres, entre otras cosas. Aprendo con J que uno puede ser críptico o escueto en su blog y que no pasa nada. JL luce airoso -y muy brillante- un par de páginas y no muestra señales de esquizofrenia, pese a lo que yo hubiera imaginado en mí misma.

Y me pregunto qué espero yo de mi blog y qué buscan aquí mis invitados. Aquel "Toko no ma" del que hablé hace poco puede no cobijar continuamente las mejores joyas de la corona. También he aprendido a no hacer de ello una preocupación; al fin y al cabo esta es mi criatura, mi Frankenstein tierno o malencarado, según tenga el dia, y como tal debo aceptarlo.

Lo que no quita para que vigile su educación en lo que va creciendo de mi mano (y de las manos talentosas de mis bloggeros preferidos).
Finalmente ya me voy entendiendo.


14 comentarios:

WALLACE dijo...

hola mery, aunque casi nunca te pongo comentarios, te leo y de vez en cuando se que te dejas caer por mi sitio.
Pero hoy te pongo algo, referente a que yo también estoy pasando por los mismos pensamientos del blog.
Muchas veces pienso en los comentarios de los demás, porque y para que me escriben o contestan.
Es una manera más de comunicarse con gente que seguramente no conoceras de manera real nunca o si.

Miroslav Panciutti dijo...

Pues creo que, efectivamente, te vas entendiendo, y muy bien, por cierto. Este blog es, sí, tu criatura a la que haces crecer, alimentas, educas ... ¿Quizá una criatura especular que te permite verte y, por tanto, alimentarte, crecerte, educarte ..? No sé si será tu caso (intuyo que sí); para mí, el blog cumple, entre otras, esa función. Un beso.

Yuria dijo...

Mery: Te he dejado una pequeñita tarea en mi blog.

Besos.

Javier dijo...

Cada uno buscamos nuestro camino y cada uno expresa o busca cosas diferentes, para mi es una forma de aprendizaje y de búsqueda fuera de lo que me ofrece la cotidianidad.
Es un recóndito rincón privado.

El Deme dijo...

Mery, yo creo que más que para los demás escribimos las entradas para nosotros mismos, entonces cuando hay alguien por ahí que lo lee y ves que ha captado la emoción tuya te llena de satisfacción.
Yo entraría en cualquier mundo que me propusiera alguien llamado Madame X, vamos, fijo.

Anónimo dijo...

Pero querida, ¡qué preguntas! Es usted a la vez encantadora, sumamente femenina y sumamente inteligente...después de estar un rato entre existencialismos agónicos, teologías negativas y contra-revoluciones, no sabe lo que se agradece su leve sensualidad dulce de dama entre decimonómica y barroca. ¡Si no fuese porque puede leerme el Malo, le diría que vendería mi alma por ser el Rey Sol y que usted fuese la Pompadour! ;) ¿Que por qué leemos su blog? Señora, por favor...

Mery dijo...

Desde luego, si por algo merece la pena crear y alimentar un blog es por contactar con bloggeros como vosotros (sin falsas adulaciones, que quede claro).
Coincido con vosotros en que el blog es un espejo-reflejo del dueño y también en que, a su vez, es una proyección y exploración hacia otros caminos. Luego, por una cuestión que se nos escapa, resulta que se establecen afinidades o atracciones que enriquecen y amplían tu panorama.
Otra ventana a la vida, sin duda.
Yo estoy feliz por ambas causas, así que, muchas gracias por la parte que os toca.
Un fuerte abrazo

Yuria dijo...

Te dejé la tarea solamente. Ahora he venido a leerte.

Yo pienso que en esto de los blogs se hacen amistades, y creo que para mantener uno tiene que gustarte escribir. Los hay de distinta índole y contenido...
Yo disfruto mucho con los vuestros y con el mío propio.

Un abrazo.

Ester dijo...

Hola Mery, alguien dijo un día
" aprende a saber qué es lo que te gusta y haz lo que te gusta. Si no lo haces, simplemente estás perdiendo el tiempo".
Un abrazo

Anónimo dijo...

Te has olvidado decir que hasta vas por ahí pidiendo en matrimonio a alguno...

Mery dijo...

Octavio, mira que eres indiscreto, yo que estaba tejiendo mi ajuar, como Penélope.

Bolero, esa frase es una perfecta muestra de lo que debería ser una vida feliz.

Yuria, efectivamente también disfruto mucho con todo este mundillo del blog.

Juan Carlos Garrido dijo...

Y es que ponerte a bloggear es como ponerte a comer pipas...

Mery dijo...

Por si a alguien le cupiera duda, aclaro que en mi párrafo finalcuando digo:
"Y me pregunto qué espero yo de mi blog y qué buscan aquí mis invitados. Aquel "Toko no ma" del que hablé hace poco puede no cobijar continuamente las mejores joyas de la corona." me estoy refiriendo a mis escritos, unica y exclusivamente a mis escritos.
Ya sabéis, inseguridades que tiene una.Un abrazo

Madame X dijo...

Creo que hay algo fundamental en todo esto: el placer. Sólo merece la pena tener un blog si lo disfrutamos. Y reconoce que lo disfrutamos, Mery.

Un besazo, guapa.

X