martes, 24 de febrero de 2009

Una contralto para Holofernes


Hace unos dias asistí a la representación de Juditha trimphans, de Vivaldi, en el Auditorio Nacional.
Para el reparto, un elenco de mujeres iluminaban las voces de ambos sexos: Judith, Abra, Vagaus, Ozías en boca de sopranos y mezzosopranos. Y para el guerrero Holofernes, una voz de contralto extraordinara, la de Sara Mingardo, una de las raras y auténticas contraltos de nuestros días. Esta veneciana de treintaypocos años nos puso el vello de punta hablando de amor a su esclava judía.
Dado que me es imposible mostrar aquí su timbre, su brío y su fuerza, me conformaré con transcribir unas frases del libreto, muy hermosamente traducido por Pepe Rey.
"Mientras la noche surge en la sombra, el sol cae al mar con luz radiante; pero tu, hermosa Judith, luminoso sol mío, en medio del horror ciego resurges ante mí con vívido resplandor. La tenebrosa nosche oscura, gracias a tí ríe luminosa refulgiendo con maravilloso esplendor. Y la aurora, con su luz nueva, tan soberbia y tan hermosa, se levanta marchita por tu brillo. Disculpa mi condición de soldado, te lo ruego, querida: éstos, para convidar a una diosa, no son los cubiertos adecuados."

10 comentarios:

Rafael G. Organvídez dijo...

Bueno, bueno... Ayer mismo le recomendaba a José Miguel Ridao -en su entrada de Mahler de hace unos días en la que hablaba de la contralto inglesa Kathleen Ferrier- que escuchara a la Mingardo, una excepcional contralto que justamente es en el repertorio de Vivaldi donde más ha destacado.

Un saludo

José Miguel Ridao dijo...

Qué alegría hablar de música y de contraltos, esa rara cuerda. Te envidio, Mery. Un año viví en Madrid junto al auditorio, y no lo aproveché demasiado. Me están entrando unas ganas terribles de escuchar a la Mingardo. tengo a Ferrier en un pedestal, pero nunca se sabe...

Por cierto, original idea la de cubrir todas las voces con mujeres, justo al revés que en la época de Vivaldi, donde los papeles de soprano y alto eran para hombres. ¿Hasta en la ópera tienen las mujeres que recuperar el terreno perdido?

Rafael G. Organvídez dijo...

José Miguel: permíteme recomendarte muy especialmente el Stabat Mater de Vivaldi que Sara Mingardo grabó para el sello Opus 111 y que fue dirigido por Rinaldo Alessandrini. Si quieres una muestra, en youtube la puedes escuchar (http://www.youtube.com/watch?v=np3w-RalzuI).
Saludos

Anónimo dijo...

Qué disfrute!
Que la aurora se levante marchita por el brillo de Judith es una de las más hermosas paradojas físico-terrestres jamás escuchada.
¿Qué hay más bello que la aurora abriéndose como flor? Pero se abre marchita en comparación a la belleza de Judith, oh! A mi no me dicen esas cosas, ja, ja.
Besos

Madame X dijo...

Mery, cómo te lo montas, querida. Haces muy requetebien. Si por algo echo de menos la capi, es por estas maravillosas oportunidades de deleitarse. Y eso que Madrid no se prodiga mucho con el bel canto comparado con otras capitales europeas.

Especialmente conmovedoras las palabras de Holofernes, máxime teniendo en cuenta que va a perder la cabeza (literalmente). Me viene a la mente la escena de la decapitación retratada por Artemisia Gentileschi. De las más expresivas que se han llevado al arte sobre este episodio. Y puesto que toda la representación es femenina, la asociación ha sido inevitable.

Mery dijo...

Rafael: ya he visto que andamos muy conexos con este tema musical y es un gusto para mí que nos aconsejes sobre lo que tan ampliamente conoces. Todo lo que se te ocurra será bien recibido.

José Miguel: un año junto al Auditorio y no aprovecharlo es mas común de lo que crees; yo misma no vivo lejos e ídem. Estaba pensando, ya que lo comentas, si el Ministerio de Igualdad habrá metido mano en esto del reparto. Un chiste fácil, pero ese Ministerio se presta a la guasa.

Parsimonia: como ves es un texto precioso. Todo el libreto tiene partes dignas de mención, de acuerdo a la música, por supuesto.

Madame: pues ya sabes lo que tienes que hacer: volver a estas tierras. He dicho. Ahora voy a buscar el cuadro que recomiendas.

Un beso a todos

El Deme dijo...

Todos buscamos a una Judith luminosa en nuestras noches oscuras. Mery, qué maravilla disfrutar de la música y tener esa sensibilidad de entrar en esos mundos de sonidos y vibraciones.
Supongo que sería de esos espectáculos de los que sales transformada.

Isabel Barceló Chico dijo...

Verdaderamente hermoso el fragmento que has elegido. Saludos cordiales.

Javier dijo...

Tiene que haber sido una gozada !!!!

José Ignacio Lacucebe dijo...

El general de Nabucodonosor no pudo resistirse a los encantos de Judith.
La defensora del "pueblo de Dios" supo desplegar su capacidad de seducción.
El retazo del libreto creo que es un buen texto revelador del sentimiento del soldado imbuido en guerra y sangre.
Un beso