lunes, 30 de marzo de 2009

Ensimismarse


Si me estuviera permitido, hoy no tendría contacto con las afueras. No escucharía cosas que no quiero escuchar, no hablaría de lo que no deseo hablar, quizás no hablaría de nada. Eso si, escribiría, y mucho.
Escribiría de la carta que he recibido de una amiga, de las personas verdaderas, de los preparativos para la merienda de mi madre, que mañana cumple tantos años y no sabe que le aguarda una sorpresa: que le van a cantar de blanco Las Mañanitas, y De qué manera te olvido. Luego, lo que ella quiera.
Dejaría hablar sólo a la voz de mis manos para contar la historia de un primer amor nacido en la guerra y que ha sobrevivido siete décadas. También diría que el siete es el número bíblico para expresar una montaña de cifras y que bíblico sería casi el relato. Hablaría de las coincidencias y del azar; del pasado y del porvenir, si yo lo supiera.
Escribiría en rojo la frase de una canción eterna "No olvides que te espero, no esperes que te olvide". Y os contaría que así se define el Amor y no de otra manera.
Si tuviera tiempo escribiría de mis ilusiones, que son unas cuantas, o de mis carencias, otras tantas mas equis. También diría que todo es relativo o absoluto, depende de.
Nada de lo que ocurre fuera me importaría hoy si me estuviera permitido.
No estoy melancólica ni triste, tan sólo, eso sí, ensimismada.

19 comentarios:

Olga Bernad dijo...

Morena ensimismada, no sé qué decirte, sólo que por aquí está la alteridad, leyendo y esperando que te desensimismes y escribas de todas esas cosas y muchas más.-)
A tu ritmo.
Saludos, Mery.
Y buen cumple para tu madre, mañana.

Anónimo dijo...

A veces nos gusta hablar con sugerencias, dejando huellas en lugar de pasos, para volcar nuestro interior construido de sentimientos que no pueden explicarse con palabras sencillas.
Tu interior es tan grande que sólo tú puedes verlo con el ensimismamiento y con generosidad nos regalas las semillas de tus flores.
Uy, qué cursi me he puesto. A veces me pasa.
Felicidades para tu madre mañana.
Besos

Rio Oria dijo...

!Que melancolica!. No olvides que te espero,no esperes que te olvide.
Precioso. Felicidades a tu madre y que disfruteis de lo lindo.
Un beso.
Olalla.

El Deme dijo...

Acaricias reflexiones muy interesantes: te refugias en las cosas sencillas y cotidianas para embellecer la vida. Efectivamente, hablar y hablar no sirve de mucho, es más interesante sentir (un recuerdo, un cariño, una ilusión).

Ester dijo...

Muy bello tu ensimismaniento

José Miguel Ridao dijo...

Me ha encantado esta entrada, Mery, pones el dedo en la llaga, a veces hay que ensimismarse para redescubrir lo verdaderamente importante. Me uno a las felicitaciones a tu madre, qué gran sorpresa, las Mañanitas.

Un beso, y por favor ensimísmate de vez en cuando, creo que es sano.

Rafael G. Organvídez dijo...

¡Felicidades a tu madre, Mery!
¡Bonita entrada!
Un saludo

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Felicidades a tu madre, Mery.
Bellísima entrada, amiga, bellísima.
Un fuerte abrazo.

Juan Antonio González Romano dijo...

Inspirada, muy inspirada, amiga Mery, esta entrada. Bien está ensimismarse si este es el fruto. Pero no renuncies siempre a las afueras. Como decía el poeta, "allí la mar inmensa nos espera".
Un beso.

enrique dijo...

Ensimismarse es muy Orteguiano.
Ya sabes que el maestro Ortega tenía un libro titulado "Ensimismamiento y alteración", Espasa Calpe 1939.

Ensimismarse es algo hermoso y radicalmente humano. Lo hacemos con recuerdos, anhelos, siempre hermosos...
Es un verbo en positivo; nadie se ensimisma con algo malo o feo, ¿verdad?

Felicidades a la patriarca.
Besos para tí.

Anónimo dijo...

Bravo, Mery, muy emotiva esta entrada. Pero no renuncies a las afueras; sin ellas, ensimismarse carece de sentido.
Besos (de adentro y de afuera, digamos).

Madame X dijo...

Niña, no sabes cómo te entiendo. Aunque no igual, nuestros lunes han sido introspectivos. Que necesario es disponer de nuestro propio espacio, poder abstraernos del mundanal ruido sin que nos reclamen o interrumpan y escribir, escribir... o simplemente pensar.

Son momentos para sosegar el alma, para poner las cosas en orden dentro de nosotras. Necesitas un pequeño exilio en el sur, te lo digo yo.

Un besazo.

Miguel Ángel Borrego Soto dijo...

Ay, yo sí estoy nostálgico estos días, de ahí los versos que he colgado en mi blog. Me ha emocionado esta entrada Mary.

Mery dijo...

Hoy permitidme que os conteste a todos juntos porque llego agotada de casa de mis padres.
Habéis sido muy comprensivos y amables con mi ensimismamiento y os lo agradezco de corazón, así como las felicitaciones para mi madre.
Le hemos llevado unos mariachis mientras merendaba rodeada de su familia mas cercana. Se ha sorprendido como una niña y sus hijas hemos llorado, bailado y cantado a partes iguales. Ha resultado precioso.

Gracias de corazón, repito y no temáis, que Mery será siempre Mery y alrededores. Desde hace un tiempo vosotros sois también parte de mis alrededores.
Un beso

Javier dijo...

Sinceramente es una entrada preciosa con la que muchos podemos identificarnos.

A&A dijo...

de enlace en enelace acabo en tu blog, entré primero atraida por el título, y ahora que llevo un rato, créeme, en absoluto defraudada, seguiré visitándote con tu permiso
Saludos

Mery dijo...

Pe-Jota: te agradezco tus palabras. Estoy segura de que esta experiencia mía es común a todo el mundo y desde luego, a tí, que eres la sensibilidad en mayúsculas. Un beso

Ana en el faro: bienvenida a esta casa de puertas abiertas. Gracias por tu comentario. Un saludo

Mery dijo...

Enrique, ya ves, hablando de títulos atrayentes, el de Ortega "Ensimismamiento y alteración". Bien lo has dicho.

Ese estar dentro de sí mismo resulta hermoso, porque uno se pone en contacto consigo, al margen de las influencias exteriores. El resultado suele ser muy positivo y nos acerca un poco mas al ser humano como tal. Ojalá lo hiciéramos mas a menudo, también por aquéllo de pararse a pensar, aunque sea unos minutos al día (esto también lo propugnaba Ortega).

Un beso con esta respuesta tardía.

BUENAS NOTICIAS dijo...

Hola Mery, vengo desde otro blog, atraída por el titular de Pedro Salinas, poeta que me encanta.
Y me ha encantado también este post. He ido directa a este por el agujero en forma de corazón... Voy a seguir leyendo. Y me ha gustado la frase de una canción eterna que no conocía. Gracias por definir así el Amor. Da esperanza (al menos a mí y ahora...).
Saludos!!!