martes, 12 de febrero de 2008

Cien años de perdón

Merodeaba yo -ultimamente merodeo mucho -de flor en flor, digo de blog en blog , cuando mis ojos han dado con una página llena de mas o menos bellas historias y mucho mas bellas estampas de todo tipo. Tanto me han gustado que , ni corta ni perezosa, he procedido a apropiarme de cuantas me han venido en gana apovechando la ausencia del propietario, aunque él mismo aclaraba que no eran suyas tales imágenes y que si sus autores consideraban la usurpación intolerable, procedería a quitarlas de su blog inmediatamente. Con ello vengo a decir que yo soy entonces el ladrón que roba al ladrón, y por tanto tengo......ya sabéis lo que continúa el refrán tan sabio.
Hecho este pliego de descargos, ya bien acopladita en este cómodo sofá de mi salón (primera imagen vilmente sisada al interfecto), tengo que contaros que he decidido utilizar estas ilustraciones tan sugerentes para escribir de todo un poco, sobre la gente, sobre mí, en fin, lo que se me ocurra. No es que vaya a ilustrar mis post con ellas, es que voy a escribir lo que ellas sugieran, que para eso las he secuestrado con nocturnidad y alevosía, y creo que algo les debo a cambio, víctimas indefensas de mi travesura. Tenedme paciencia, que empresa fácil no es.
Para mas inri, ni siquiera puedo agradecer al primer ladronzuelo su préstamo involuntario, pues con tanto trajín de ordenador copiando a destajo, he cerrado su ventana sin querer, y ahora sólo recuerdo que se llamaba Jorge, que era profesor de algo, y que vivía en Casteldefells. Jorge, si alguna vez me lees, que sepas que lo siento.

4 comentarios:

Madame X dijo...

El choriceo de imágenes es una de mis prácticas favoritas. Bienvenida al club. :-D

Por cierto, ese sofá verde parece confortable. Me recuerda a nuestras tardes de té y confidencias. Aysss, que morriña.

Expectante estoy esperando tus historias...

Un besazo, niña.

X

Veneris dijo...

Entonces si yo te voy robando a ti, teniendo tú ya la indulgencia del pecado, ¿obtendría yo el perdón o volvería a ser un vulgar ladrón?

Mery dijo...

Madame, ya te digo que hay que tenerme paciencia, que según lo solté pensé "dónde me he metido". Y, por cierto, te veo un poco vagueta en tu blog, que nos tienes de secano.

Veneris, dados mis cien años de perdón,te diría que me robes lo que te venga en gana, yo diré que éramos cómplices en ésto. Asunto arreglado, digo yo.

Pedro Jorge dijo...

A mí me puedes robar todo lo que quieras.

Por cierto, no lo había notado, (lo de Cien Años y mi nuevo país), pero es cierto.

¿Te integrarías?