jueves, 21 de febrero de 2008

Mecagoentoloquesemenea..................Lámina 6


De vuelta de mis vacaciones encontré un email de Arturo en el trabajo. Estaba inquieto porque no había recibido una sola palabra mia en respuesta a su último bombazo, unas breves líneas interesádose por mí, por la playa, y un beso de despedida con todo su cariño. Si he de ser sincera lo esperaba, mas sincera aún, lo anhelaba con todas mis fuerzas, me moría por saber si aún me tenía en su pensamiento de la manera que fuese. Respiré gozosa al leerlo y continué con mis quehaceres laborales tantos dias olvidados, sin la mínima intención de contestarle por el momento. Su imagen me acompañó el resto del dia como una sombra amada y funesta, lo que me debió colocar una expresión de lela ensimismada de la que era consciente pero incapaz de espantar de mi lado. Así he pasado unos cuantos dias, entre un no ubicarme en el trabajo, ni en mi casa, ni en mi recien estrenada situación sentimental, sin saber qué hacer con mi corazón partío y recompuesto a medias con las tiritas que le endosé oyendo a Alejandro Sanz. Esta tarde, por la Castellana, me ha parecido verlo en el Ford que paraba paralelo a mi en cada semáforo (Arturo no tiene un Ford). Luego he creído ver su perfil vestido de color garbanzo cruzando un paso de peatones (jamás lo he visto usando ese tono). Su voz sonaba provocadora en Kiss F.M (por supuesto Arturo nunca tuvo intención de ser locutor de radio). Toda yo era suspiro va suspiro viene, y hasta he puesto el limpiaparabrisas en un momento en que las lágrimas me nublaban la visión, creyendo que llovía a cántaros en la calle. Subiendo en el ascensor he decidido llamarle con todas las consecuencias bien asumidas, así que al llegar a casa me he quitado los zapatos, me he sentado cómoda en el sofá y he marcado su número de móvil temblando de impaciencia...
- Un segundo, preciosa, que acabo una conversación ( y al punto ha despachado en perfecto francés a su interlocutor por el otro teléfono, asunto de trabajo). Si estás en casa mejor te llamo y dejamos los móviles ¿te parece?
- Si, mejor. Cuelgo.

Ring, ring, respiro hondo y descuelgo mi teléfono de casa:
- ¿Cómo estás, mi niña? (ese "mi niña" me deja desarmada y él lo sabe).
- Bien, bueno, bien, he vuelto hace poco de las vacaciones.
- Si, lo sé. ¿Sabes? He estado muy preocupado por ti. No respondiste nada a mi email y me mordía las uñas de desesperación.
- No sabía qué decirte, qué podría decirte, Arturo.
(Silencio de varios segundos).
- Siento todo esto, Sandra, no me encuentro nada bien, ni por mi ni por ti, pero me jodo y asumo el chaparrón que me corresponda.
- Puf, déjate de chaparrones. Creo que te van a venir buenas tormentas con el chulo de tu novio. Lo sabes de sobra.
- No hace falta que me digas nada que yo no sepa...
- Y si lo sabes, por qué, entonces....
- No me preguntes por favor, estoy muy jodido.
- Bueno, pues solo te puedo reprochar que dieras por acabada nuestra relación por carta. Es lo mas vulgar que puede hacer un amante. Un amante que ha tratado a su amante como una simple amante (aquí ya la idiota de Sandra con un nudo en la garganta y la voz quebrada por completo).
- Sandrita, nunca nunca nunca te he considerado solo mi amante. Te he querido como a ninguna otra mujer y tienes ra....
- Si - le he cortado yo como una fiera - pero ahora resulta que quieres a un hombre, a un subnormal que te hizo la mayor guarrada del mundo, que es un chuloputas, y un maricón de mierda - sollozos y mas sollozos y un largo silencio por ambas partes.
- Arturo, mejor te dejo ahora, no puedo seguir hablando.
- Como quieras. Te llamaré un dia con calma ¿quieres? Lo siento, mi vida, lo siento.
- No me llames mi vida. YA NO SOY TU VIDA
Y le he colgado con una fuerza que le debo haber roto el tímpano. En realidad estaba furiosa conmigo misma, porque no me soporto cuando lloro así de incontrolada, porque no puedo evitar derramar un rio eterno de lágrimas y lamentos y me siento irremediablemente ridícula.
Ahora, media hora después, estoy sentada en la cocina, ante una tableta de chocolate muy avanzada, un bollo suizo, una copa de vino (vaya mezcla), dos magdalenas y una caja de kleenex, todo bien extendido frente a mí y en perfecto desorden. Coño, ojalá fuera un pulpo para abarcar de una vez las ansias con las que ataco mi banquete.
Vaya un papel que has hecho, me digo, bonito numerito de petarda despechada ¿para eso le has llamado? No sé para qué le he llamado, me respondo con la boca llena de suizo, quizá solo quería oir su voz cálida y profunda llamándome, una vez mas, "mi vida".


9 comentarios:

El Conde de MonteCristo dijo...

Mery, no crees que sería mejor no seguir teniendo ninguna relación con el tal Arturo?. Como no cortes absolutamente vas a sufrir más. Hoy debería empezar una nueva vida para tí.

Saludos,
El Conde

(te he enlazado en mi blog,por cierto)

Mery dijo...

Conde,Edmundo Dantés: gracias por enlazarme, haré lo mismo contigo porque tu blog me gusta mucho. Te aclaro una cosa, no soy Sandra; si lees mi post titulado Cien Años de Perdón podrás ver el motivo de todo esto. Un abrazo. Mery

El Conde de MonteCristo dijo...

Ahhhh, entendido Mery. Me alegro de que no sea real esa historia...o tal vez sí pero no en mi primera persona?

saludos,
El Conde

enrique dijo...

Wish you were here, eterna canción de Pink Floyd...

Juan Antonio González Romano dijo...

Coincido con el Conde, independientemente de quiénes sean los protagonistas reales de la historia, si es que existen. Si alguien no merece la pena (y ese Arturo es de esos), el olvido y la indiferencia. Tdos es cuestión de proponérselo.
Me ha gustado tu blog, y tu buen gusto para apropiarte de fotos y sacarle partido... Volveré.

Pedro Jorge dijo...

Yo pienso que Sandra no es de hierro y que hizo lo que tenía que hacer. Esa llamada se hubiera dado tarde o temprano. "Closure", le llaman algunos.

Para Sandra, la vida es diferente antes y después de haber hecho la llamada.

Por cierto, Mery, también te he enlzadado en mi Blog.

;)

Madame X dijo...

Yo también creo que Sandra hizo lo que debía hacer. Cuando las cosas te salen de las entrañas, debes hacerlas.

Hay algo que destacaría del relato: el poco estilo de Adolfo comunicándole el adiós por mail. Nadie se merece un final tan cobarde, tampoco una amante. La figura de la/el amante está denostada, pero debería recuperar todo el esplendor de su significado.

En el fondo, Sandra somos un poco todas, ¿verdad, Mery? Y jolines con el banquete, me entran ganas de birlarle un trocito de chocolate.

Mery, nos tienes a todos enganchados con tu prodigioso don para fabular historias...

[Te he echado de menos estos días.]

Besitos:

X

Mery dijo...

Gracias a todos por vuestra visita y vuestras palabras. Es cierto que algo de Sandra hay en todas las mujeres, y quizá también en los hombres. Un abrazo, buen fin de semana.

Miroslav Panciutti dijo...

Muy bien narrado, muy muy creíble. En cuanto al debate sobre si Sandra hizo o no lo que debía, la cuestión me parece irrelevante. Pero, ya puestos, soy de la opinión de que hizo bien por la simple razón de que era lo que necesitaba hacer. Lo interesantes es saber cómo uno va procesando sus acciones y, en mi opinión, siempre vale más hacerlas que dejar de hacerlas. Un beso.