LLevo 4 dias en la playa, en un apartamento alquilado junto al de mi hermano Pablo, que vive aquí todo el año. Suele avisarme cuando queda libre y me dice "rubita, vente pal mar que te sentará bien".Vive con su novia, la de turno, que yo ya he visto pasar por sus fauces unas cuantas, pero es que mi hermano tiene un salero y un encanto y una sonrisa que no me extraña que las vuelva locas. Y encima es noble. Ya quisiera uno así para mi, pero menos mujeriego.
Llevo cuatro dias aquí, digo, y los cuatro llorando, no podría ser de otra manera. Se suponía que durante estos 10 dias Arturo podría pasar conmigo al menos 2, aprovechando un viaje de trabajo a Málaga. Yo acoplé alegremente mis vacaciones a él y resulta que él se está acoplando a Roberto, y por ello yo me acoplo a todo gin tonic que mi hermano me pone delante cada noche, porque me ve lánguida y ausente y lo tengo de los nervios. Me dice que me estoy quedando flacucha, mira, eso que saco del plantón del capullo ese. Esto se llamaría, si tuviera mas humor en estos momentos, "cadena de favores" ¿no? Pues eso. Luego llega su chica, una malagueña guapetona y un poco cursi, pero buenaza, y me suelta que ella tiene muchos amigos solteros. Es muy jovencita y me enternece las miradas lastimeras que me echa; mi hermano le debe haber contado toda la historia de mi amor casado- gay y debe pensar que soy tonta de remate, o sea, tontaelculo como se dice vulgarmente, por no haberme dado cuenta antes de la pluma de mi amante, ay....... si yo le contara. Cómo le digo a esta incauta que mi Arturo lleva siempre puesta una pulsera de cuero negro y plata que le había regalado su Rober en plena explosion de sus amores, que cuando me metía mano debajo del sujetador me raspaba con ella, y yo deliraba de placer pensando que mi belleza y mi buen hacer habían triunfado sobre su macho ibérico. Eso es , deliraba. Bah, no merece la pena contarle nada, ni a ella ni a nadie, esto no hay dios que lo entienda. Visto lo visto creo que pasaré el resto de mis vacaciones como el primer dia en que llegué, llorosa y borracha, borracha, borracha, borracha, y llorosa.
7 comentarios:
Como estoy en una situación similar, me emborracharé en tu honor.
¡Salud!
Mejor emborráchate por nuestros cumpleaños, que como somos acuario han sido o van a ser. ¡Animo! Un abrazo. Mery
Pues mi abuela decía que una mancha de mora, con otra verde se quita. Son sabias las abuelas.
Intrigada me tienes con esta historia, deseando el siguiente capítulo.
Un besito, ma chérie.
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La primera visita, y no será la última. Unos cuantos post arriba, y ya me he puesto al día en la vida de Sandra. Llora, sí, pero me gusta, porque en el fondo se da cuenta de que hay algo de estupidez en las lágrimas del desamor.
llora, pero no te emborraches, lo primero te calma el dolor, lo segundo solo lo anestesia para hacerlo más vivo al despertar,
eso es lo que yo le diría a la niña de la historia,
sin embargo a la mujer que escribe, no osaría decirle nada,
besos,
Aguardentero, bienvenido. Tienes toda la razón del mundo con lo del alcohol, una simple tapadera absurda.
Agurdión: Sandra dejará de llorar, esperemos a ver qué pasa en los próximos dias.
Un abrazo, a ti también, Madame. ¿Buscamos otra mora para Sandra? Buena idea.
Aguardentero, bienvenido. Tienes toda la razón del mundo con lo del alcohol, una simple tapadera absurda.
Agurdión: Sandra dejará de llorar, esperemos a ver qué pasa en los próximos dias.
Un abrazo, a ti también, Madame. ¿Buscamos otra mora para Sandra? Buena idea.
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