Ya voy superando estos dias tan patéticos en mi vida, lo que no quiere decir que vaya superando nada de nada mi disgusto con Arturo. Ayer era la fecha prevista para que él vinera a reunirse conmigo ansioso por lanzarse a mis brazos y a mi cuerpo entero, como otras tantas veces, por eso anoche me metí en la cama a las 10 y no quise saber nada de Pablo ni de su novia, ni de sus gin tonics. Voy bajando el nivel de alcohol nocturno, que ni me sienta bien ni me hace olvidar un solo instante al Innombrable. Acostarme temprano no implicaba dormirme inmediatamente, qué ilusa fuí, así que tuve que soportar ver pasar ante mí algo así como trescientas escenas de nuestros anteriores encuentros en esta misma ciudad y en esta misma cama. Después de semejante sesión cinematográfica me sobrevino un estupendo dolor de cabeza y un asco de vida que me dejó insomne hasta bien entrada la madrugada. Normal, dice mi hermano, o es que crees que vas a dar puerta a ese maricón en un plis plas. (Lo de maricón solo se lo consiento a Pablo, que lo ha conocido muy bien y está tan decepcionado como yo).
Hace mas o menos un año los cuatro alquilamos un barco pequeño y pasamos una fantástica jornada de pesca, bocadillos, cervezas y amor. Recuerdo casi cada segundo de mar y besos, de baños, de risas, tan nítido se me presenta todo que parece que acabara de ocurrir. En otra ocasión hicimos paella en este apartamento, que se quemó enterira, - casi quemamos toda la cocina- se nos escapó el perro de Pablo con el revuelo, apareció con una vecina madurita que luego se ligó al dueño, (ay, Pablete, qué ha sido de ella ) y así podría enumerar anécdotas y momentos de verdadera felicidad, a sabiendas de que suene demasiado empalagoso. Es decir, que Pablo y Arturo hicieron muy buenas migas, congeniaron con una facilidad pasmosa pese a las escasas ocasiones que pudieron verse, dada la nula disponibilidad de mi novio casado. Los dos tenían mucho en común, porque son abiertos, alegres, vitales, optimistas, .......¿He dicho ya que Pablo y yo somos mellizos? ¿Y que nos parecemos tan poco que podríamos ser primos lejanos? Sólo compartimos la sonrisa y las ganas de vernos tan a menudo como podemos. Cuando vengo a visitarlo siempre siempre siento la necesidad de ponerme ropa suya, una camisa o un jersey encima de mi falda vaquera y así vestida me voy a caminar por el paseo marítimo, justo debajo de su casa. A veces me mira desde la terraza y me silba como un camionero, o me suelta tal guarrada a grito pelado que se me suben los colores, aún sabiendo que salen de su linda boca. Y si tengo el dia inspirado, alzo la mano con gesto palabrotero y le señalo obscenamente. Ese es nuestro juego habitual. Mi hermano tiene eso que se llama Angel. Ahora que lo pienso es posible que me enfunda sus ropas como un acto sagrado, con el oculto deseo de que un pedacito de su divinidad se me pegue en estas ceremonias descaradamente paganas. Ojalá fuera tan fácil.
Después de hablar de él me encuentro mucho mejor, como si me protegiera sin pretenderlo, como si nombrarlo obrara el súbito milagro. Lo quiero con locura y mas aún cuando compruebo que gracias a sus mimos adustos de enfant terrible consigue que hoy me sienta hasta feliz. Así que Arturos del mundo, iros a la mismísima M. Yo me voy a dar un baño y a tostarme al sol como una reina. He dicho.
7 comentarios:
Me dan más ganas de conocer a Pablo que a Arturo. Sin duda.
Voy leyendo tu blog y me parece sumamente interesante, como expresión de tu sensibilidad. Veo, además, que tenemos muchas coincidencias en gustos literarios. Te he añadido en la lista de blogs que he puesto en el mío, con el pseudónimo -espero que no te importe, la mayoría los he puesto así, siempre que me ha sido posible pensar uno- de Sensibilidad Femenina. Es un placer saber de ti a través de tus historias.
Desde luego, Pablo parece un encanto... a ver cuándo me lo presentas, ma chérie.
Bueno, parece que Sandra empieza a despabilar. A ver si es verdad.
Quedo a la ansiosa espera.
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Madame, a ti no te van los hombres-Pablo, si te conoceré yo. Un poco canalla es, pero solo un poco.
Counter, te visito a menudo, anque sea de poco comentar. Gracias por añadirme en tu lista, el seudónimo que tu elijas estará bien.
Pedro, un abrazo, como siempre.
Eres afortunada de tener un hermano así, con nobleza. Disfruta de su compañía y de su protección. Disfruta el presente Mery.
Un saludo,
El Conde
Bueno, parece que Sandra va saliendo de la depre post desengaño amoroso; me alegro por ella. Creo que deberías meter algún flash-back o, si no, que aparezca Arturo inusitadamente. Es que soy un morboso con ganas de drama pasional (sólo en la ficción, eh). Un beso.
Miroslav, no te me adelantes, travieso, que todo se andará.....o no, quién sabe. Un beso
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